En septiembre del año 2008 se llevó a cabo una de las últimas repoblaciones de salmón y trucha en el río Navia. En aquel entonces, se soltaron unos tres mil alevines en la localidad coañesa de Trelles, dentro de una iniciativa que partió de la iniciativa la asociación de pescadores La Socala, de Valdés. Entonces, se calculó que sobrevivirían un diez por ciento de aquellos pequeños ejemplares, en un momento en el que aún estaba sobre la mesa el plan de construcción de un centro de alevinaje, con objeto de "generar una pesquería del salmón importante" en la zona.
En los años posteriores, y a excepción del 2012 con el gobierno de Foro, el Navia se vedó para favorecer la regeneración de la especie, un paso que no acaba de dar, y en el que ciertamente no hay muchas esperanzas. Algunos ribereños han planteado una repoblación, en colaboración con la sociedad Las Mestas del Narcea, aunque desde el Principado no se han facilitado los permisos para ello.
"El salmón generaba riqueza en la zona, y, si se recuperase de una u otra forma, habría cierto movimiento turístico a su alrededor", apunta el alcalde de Navia, Ignacio García Palacios, que reconoce que en su día se trató, sin éxito, de implicar en el plan a las empresas energéticas con intereses en el Navia.
