Los ejes comerciales se vacían: las Cuencas perdieron el 20% de sus tiendas y establecimientos hosteleros desde 2012

La destrucción del sector es más acelerada todavía que la bajada de población, que fue del 14% en el mismo periodo

Una serie de locales vacíos, con los carteles de «Se Alquila», en una de las calles más comerciales de Langreo, la Dorado de Sama. | L. M. D.

Una serie de locales vacíos, con los carteles de «Se Alquila», en una de las calles más comerciales de Langreo, la Dorado de Sama. | L. M. D. / Luisma Díaz

Luisma Díaz

Luisma Díaz

Primero fue la llegada de los centros comerciales. Después, la profunda crisis económica y a continuación, el cambio en el modelo de consumo, que hace que cada vez más personas compren a través de internet. La pandemia acabó por acentuarlo aún más. Con datos en la mano, lo cierto es que el pequeño comercio y la hostelería de las Cuencas se ha ido reduciendo progresivamente, más de un 20% desde 2012, cuando se inician las estadísticas, hasta 2023. Un ritmo de decrecimiento superior aún al de la pérdida de población. En este mismo periodo, las Cuencas perdieron el 14% de sus vecinos.

Ya en 2012, cuando el Instituto Nacional de Estadística (INE) comienza a recoger el número de negocios dedicados al comercio, el transporte y la hostelería, el sector había vivido tiempos mejores. Pero es desde entonces cuando puede medirse su progresiva contracción. En 2012, en las Cuencas había 3.292 pequeños comercios y negocios de hostelería. A finales de 2023, este número se había reducido hasta 2.616, un 20,5% menos. A nivel regional, en Asturias esta bajada también fue acentuada, pero no tanto: el 17,1%.

Por comarcas, la destrucción de tiendas y pequeños negocios supera la media regional tanto en el valle del Nalón como en el del Caudal: un 19% de bajada en el primero y un 22% en el segundo. El municipio en que la reducción es mayor es en Aller, que pasó de 287 a 207 tiendas y negocios hosteleros, una bajada del 28 por ciento. Los dos grandes concejos, Langreo y Mieres, registraron una reducción muy parecida, del 22,5 y del 22,3% respectivamente. Hay además una excepción, que es la del municipio de Caso, donde el tejido comercial se ha reforzado, pasando de 33 a 37 pequeños negocios.

La progresiva destrucción de este tipo de tiendas se está empezando a notar en algunos de los principales ejes comerciales de las Cuencas. El ejemplo más claro, la calle Dorado de Sama de Langreo, donde la mitad de los bajos se encuentran cerrados, la mayor parte de ellos disponibles para el alquiler o para la venta, con distintos tipos de negocio cerrados recientemente, desde peluquerías a tiendas de ropa, pasando por establecimientos de alimentación o mercerías. No se trata, ni mucho menos, de un fenómeno exclusivo de las Cuencas. En más zonas de Asturias, y de todo el país, las calles empiezan a vaciarse de negocios, al tiempo que las carreteras se llenan de furgonetas de mensajería que transportan paquetes con la serigrafía de grandes multinacionales.

Pese a todo, sigue existiendo en algunas zonas de las Cuencas un fuerte tejido asociativo que reivindica el papel del pequeño negocio en la vida diaria. Es el caso de Acoivan en Langreo, de la Asociación de Comerciantes del Caudal o de Ye Mieres, y también de la Asociación de Autónomos de Laviana (Aulav).

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