Como una etapa más de su eterna vuelta a Asturias, una comunidad que marcó su carrera deportiva, Alberto Contador se puso ayer a disposición de un puñado de aprendices de ciclistas en el concesionario Tartiere Auto, antes del galardón que recibió la gala del deporte. Contador vio en peligro su futuro en 2004, con un desvanecimiento a la altura de Infiesto, y puso la guinda a su palmarés ganando la etapa del Angliru de la Vuelta a España 2017.

Alumnos de las escuelas ciclistas de Viella, Ciudad de Oviedo y Las Mestas preguntaron de todo a Contador, que les dejó algún consejo y casi una obligación: "La bici y los estudios se pueden compaginar perfectamente. Para entrar en los equipos de mi fundación es tan indispensable el currículo deportivo como el académico. Al terminar cada trimestre hay que enseñar las notas. Este año hemos tenido un chico doble campeón de España y con un 10 de nota media en Primero de Bachillerato".

Contador auguró un gran futuro a las dos promesas asturianas de su fundación, Eduardo Landaluce y Yago Segovia, además de recordar con cariño a excompañeros como Noval, Navarro y Rubiera. También rememoró esa última subida ya histórica al Angliru: "Era la última oportunidad para retirarme con una victoria en un puerto mítico. Por un lado, mientras subía, quería disfrutar de esa última vez, pero también sufría".

Recuerda que, en las rampas más duras del coloso riosano algún aficionado le preguntaba que por qué se retiraba. Ayer dio la contestación: "Siempre había pensado en irme al máximo nivel. Podría haber seguido algún año más, pero pensé que era el momento". Desveló, a preguntas de los pequeños, que sus mejores fueron el Saxo Bank de 2011 y el Trek de 2017, "sobre todo por el ambiente con los compañeros", y sorprendió al señalar su mejor victoria: "El Tour Down Under de Australia, en 2005 porque fue la primera después de mi incidente en Asturias".

Un año después de su retirada, Contador admite que echa de menos la competición, "especialmente en algunos momentos de la temporada, de algunas carreras. Pero por otro lado, me fui con un recuerdo muy bonito y ahora estoy de comentarista en Eurosport, lo que me permite estar en contacto con el mundillo".

Al hablar del ciclismo de antes y del actual, Contador cargó contra los potenciómetros: "Influyen mucho porque los corredores son menos valientes a la hora de atacar. Antes había más gestas que ahora". Por eso está de acuerdo con su prohibición en el Tour de 2019: "Estoy a favor de que se usen fuera de la competición".

Echando la vista atrás, a sus inicios, asegura que cambió el fútbol por el ciclismo "porque la bicicleta me da una sensación de libertad tremenda". Y que cumplió todos sus sueños cuando ganó el Tour por primera vez, aunque su recomendación a los niños es que disfruten: "La presión ya llegará después".