Al Garmat Avilés le va a costar volver a la normalidad después del susto que se llevaron el sábado, cuando la furgoneta en la que viajaban tuvo un accidente en la autopista del Huerna. La buena suerte hizo que tan solo hubiese que lamentar el brazo roto de uno de los jugadores, Byron Álvarez. El presidente y jugador del equipo, Aladino Pandiella, uno de los que iba en la furgoneta, reconocía ayer que les va a costar recomponerse pero tenía claro que lo harán y volverán a competir: "Hay que seguir, no podemos quedarnos así, somos un referente para mucha gente. Hemos hecho un trabajo enorme para que este equipo tenga una cantera y esa gente joven con discapacidad tiene que tener donde jugar".
Precisamente esa gente joven es la que ahora tiene más complicado disputar los partidos que el club había planeado para ellos. Y es que, una vez terminada la liga y después del torneo que no pudieron disputar en Leganés por el accidente, tenían previsto jugar una liga asturiana en la que los jóvenes debían adquirir mayor protagonismo: "Los equipos que no se clasificaron para la fase de ascenso, explica Pandiella.
El gran problema que tienen ahora es el material. Pandiella explicaba ayer que hoy deberán ir a León, donde se encuentran las sillas, para evaluar los daños y saber qué se puede reparar. "La furgoneta está siniestro total. Garmat, nuestro patrocinador, nos ha dejado sillas para que la gente pueda hacer vida normal, pero ahora hay que valorar el estado de las sillas de juego, que probablemente van a estar estropeadas", explica Pandiella, quien está pendiente también de hablar con el seguro. Las sillas más baratas para jugar cuestan unos 3.000 euros y son propiedad de la asociación Cosa Nuesa. Desde el club tiene claro que seguirán adelante aunque ven más complicado que pueda ser esta misma temporada.
Desde la Federación Asturiana de Baloncesto y desde el Comité Paralímpico Español, a través de las redes sociales, quisieron dar "un abrazo muy fuerte a todo el equipo" y desearon "una pronta recuperación de Byron Álvarez". Un deseo que compartió la Federación Española de Deportes de Personas con Discapacidad Física.
