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Un siniestro que hizo temer lo peor

Un equipo de baloncesto roza la tragedia en el Huerna tras volcar con su furgoneta

Un brazo roto, el milagroso saldo del brutal accidente que sufrió el Garmat Avilés, que iba a Madrid para jugar un torneo de basket en silla de ruedas

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Gran dispositivo en el Huerna al volcar una furgoneta con un equipo de baloncesto de gente con discapacidad

La que podía haber sido una tragedia se quedó en un gran susto. La furgoneta en la que viajaban los integrantes del Garmat Avilés, equipo de baloncesto adaptado en silla de ruedas, volcó tras chocar contra el quitamiedos a la salida del túnel del Negrón, en la autopista de alta montaña de El Huerna (AP-66) a la altura de Caldas de Luna, ya en la provincia de León. Habían salido de Avilés para pasar por Gijón a recoger al resto de jugadores y partir rumbo a Madrid, donde iban a disputar un torneo este fin de semana en el pabellón Colegio Legamar, en Leganés. Una ilusión truncada al sufrir el accidente.

Uno de los nueve integrantes del equipo resultó herido grave en un brazo y fue trasladado al Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), mientras que a los demás se les atendió en el Hospital de Mieres por golpes y magulladuras. El siniestro se produjo sobre las 10.00 horas de la mañana. Fuentes de la Guardia Civil de Tráfico de León confirmaron que se debió a una salida de vía, que se produjo después de que el vehículo, una furgoneta Volkswagen lt 35, se fuera contra el quitamiedos y quedara volcada de un lado. También indicaron que la carretera estaba mojada pero en buenas condiciones, sin nieve. El equipo de atestados levantó acta del accidente y ahora, según las mismas fuentes, se investigarán las causas.

Fuentes de Aucalsa, concesionaria de la autopista del Huerna, indicaron que la carretera estaba "prácticamente seca y en buenas condiciones, y no se sabe qué pudo ocurrir para que se produjera ese accidente".

En la furgoneta viajaban Gonzalo Vega, el entrenador del equipo; Patricia Sala, de Gijón; Ahmed Abunaim, de nacionalidad marroquí y residente en Gijón; Juan Pablo Barcia (Vegadeo); Byron Álvarez (Lugones); Aladino Pandiella (Bimenes); Héctor González (Gijón); Carmen Abella (Avilés), y Jesús Fernández, de Casomera (Aller).

Los coches que circulaban en ese momento por ese mismo tramo de autopista pararon para socorrer a los ocupantes de la furgoneta, según relataron a este periódico algunos testigos y agradecieron luego los propios accidentados. El Servicio de Emergencias de Castilla y León dio aviso a dos ambulancias de soporte vital básico de su competencia y a un equipo médico de Babia. Pero también se solicitó a Asturias una UVI móvil, una ambulancia de soporte vital básico, y ambulancias convencionales. El Servicio de Emergencias del Principado también envió al helicóptero medicalizado, aunque no fue necesaria su intervención y regresó antes de llegar al lugar del siniestro, según confirmaron fuentes del Ejecutivo asturiano. También fueron informados la Guardia Civil de Tráfico de León y los Bomberos, por si fuera necesario realizar una operación de excarcelación. Fue un gran despliegue coordinado entre dos comunidades autónomas al temerse, por las circunstancias del accidente, consecuencias mucho peores. Los agentes de Tráfico cortaron el carril derecho de la autopista mientras se evacuaba a los ocupantes de la furgoneta y se retiraba el vehículo siniestrado.

Los ocupantes de los otros vehículos que iban llegando al lugar del accidente se bajaron de sus coches para ayudar. Entre ellos había dos médicos y un enfermero. "Es un desastre de accidente", aseguraba una doctora en un mensaje de voz por Whatsapp. "Hay un chico atrapado y hace un frío terrible". Unas horas después, ya más tranquila, señaló que "un accidente impresiona, pero impresiona muchísimo más cuando sabes que son personas que por sí solas no pueden salir del vehículo".

Lo primero era comprobar que los ocupantes de la furgoneta estaban bien. Uno de los médicos, que prefirió el anonimato, relató que se acercó para hablar con ellos. "Había un chico atrapado por el cinturón y como colgado en la parte de arriba de la furgoneta. Pero estaba bien. Todos estaban muy nerviosos y asustados aunque el que más preocupaba era uno, que quedó atrapado en la parte inferior del vehículo y tenía el brazo derecho aplastado".

Fue entonces cuando tuvieron conocimiento también de que los ocupantes del vehículo tenían dificultades para moverse por sí mismos.

Así que la primera decisión entre los automovilistas fue utilizar un gato de uno de los coches para entre todos elevar la furgoneta y sacar a sus ocupantes. Era la única manera de rescatar a los dos atrapados, sobre todo al herido de gravedad, que era el que más preocupaba a los médicos y al enfermero que estaba con ellos. Y lo consiguieron.

"El conductor estaba muy asustado y muy nervioso, y el hombre estaba intentando ayudar en todo lo que se hacía y como podía", relató la doctora, que también pidió que se mantuviera su anonimato.

En cuanto fueron evacuando a los jugadores del Garmat Avilés del interior del vehículo, entre los dos médicos y el enfermero se les hizo un reconocimiento para comprobar su estado de salud. "El más importante era el chico al que le quedó el brazo atrapado. Tenía pulso en el brazo, lo que indicaba que aparentemente no había ningún problema de tipo bascular. Creemos que era una fractura abierta, además de heridas. Pero era evidente que necesitaba atención médica rápida", coincidieron en relatar ambos médicos.

Otro chico que les preocupó fue uno que decía sentir mucho frío. "Lo tapamos hasta con cuatro mantas, pero seguía diciendo que tenía mucho frío, lo que nos hizo pensar incluso en que pudiera tener una lesión interna. Pero no. La verdad es que hacía mucho frío y chispeaba nieve. Creemos que fue fruto del susto", afirmó la doctora.

Mientras estaban en estas tareas llegó la primera ambulancia, en la que no venía ningún médico. Poco después llegó una segunda, en la que sí iba ya un doctor. Poco a poco se fueron incorporando los efectivos que habían recibido el aviso de Emergencias y se inició la operación de traslado del equipo de baloncesto, al que se decidió llevar de vuelta a Asturias.

Al principio hubo cierto desconcierto sobre el destino de los heridos, pero finalmente se confirmó que Byron Álvarez fuera trasladado al HUCA al ser el de mayor gravedad, mientras que a los demás, al tener aparentemente heridas leves y magulladuras de golpes, se les llevaría al Hospital Álvarez Buylla de Mieres para una completa revisión médica.

Durante este traslado, una de las jugadoras, Carmen Abella, atendió a LA NUEVA ESPAÑA telefónicamente. "Fue todo un susto. Perdimos el control de la furgoneta en una curva, chocamos contra un quitamiedos y volcamos. Estamos asustados todavía, pero estamos bien", aseguraba antes de lamentar quedarse sin su torneo en Madrid.

Byron Álvarez tuvo que pasar por el quirófano en el HUCA_para ser atendido de la fractura en el brazo y de varios cortes que presentaba. Sólo eso. Fue un milagro en el Huerna. Las muestras de apoyo y cariño de clubes de toda España con el Garmat Avilés inundaron ayer las redes sociales.

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