Si en la primera vuelta el Avilés se caracterizó por ser un equipo muy aguerrido atrás, en esta segunda hace aguas en defensa. En las tres últimas derrotas, el Avilés ha recibido nueve goles, tres en cada partido, contra el Mosconia, el Caudal y el San Martín. "No hay la contundencia que había antes. Quizás queremos jugar demasiado", manifestó el entrenador, Juanma Castañón.
Para el técnico lenense, especialmente crítico tras el duelo contra el San Martín, el problema está en la presión que el Avilés ejerce arriba. Contra los de Julio Arniella, Castañón la catalogó de "irreal". "La presión que han hecho Polo y Xavi ha sido inexistente. Ha sido dejarles pasar. Y así nos va", apuntó el míster, visiblemente molesto.
El Real Avilés preparará desde hoy el vital duelo contra el San Claudio. Tras el batacazo contra el San Martín, el conjunto blanquiazul no entró en descenso por la impericia del Gijón Industrial y el Madalena Morcín, que perdieron sus respectivos encuentros ante el Uni y el Covadonga.
El partido se jugará en el Álvarez Rabanal, el campo del Covadonga. Será a las 18.15 del próximo domingo. El Avilés trabajará durante toda la semana en el Suárez Puerta. La Toba está cerrada por vacaciones.
Todo lo que no sea sumar los tres puntos ante el San Claudio significará hipotecar el futuro del equipo en la categoría. Los ovetenses pueden confirmar su descenso a Regional.
El Avilés no tiene un calendario sencillo. Tras visitar al San Claudio, tiene que jugar contra el Covadonga en el Suárez Puerta y contra el Marino en Miramar. Los dos equipos tienen aún mucho en juego en su lucha por el ascenso. Después vendrá el Siero, con el que el Avilés se disputa la permanencia. Y cerrará el año contra el Ceares en La Cruz, que probablemente ya no se jugará nada en el fin de la competición.
