Hace algo menos de cuatro años, el 18 de septiembre de 2015, la selección española femenina de fútbol abrió una nueva etapa. El equipo puso aquel día el contador a cero, una vez finalizado el tiempo de Ignacio Quereda. Un amistoso frente a China en Weinan, saldado con un triunfo por 1-3, significó la apertura de una nueva era con Jorge Vilda, qu el lunes, ante el mismo rival, vivirá su particular día "D" y la continuidad en el Mundial.

"Lo primero que nos pidió fue que empezáramos de cero, que él lo iba a hacer. Tenía un objetivo, que fuéramos mejores de lo que éramos en aquel momento", explicó Alexia Putellas sobre el primer encuentro con Vilda. La realidad de la selección según Alexia, "no tiene nada que ver, en cuanto a apoyo y a visibilidad" cuatro años después. "Se ve reflejado en el nivel competitivo. Estamos mucho más experimentadas en partidos grandes y en grandes campeonatos".

"Está clarísimo todo lo que ha evolucionado el equipo", coincidió Irene Paredes, una de las capitanas. "La gente viene mucho más preparada, nuestro nivel individual y grupal ha aumentado. El fútbol que se está mostrando es mejor y le podemos hacer frente a cualquiera. En ese momento estábamos en una era de cambios, de muchas dudas. Creo que todo ha mejorado para bien", sostuvo la jugadora del París Saint-Germain al comparar las realidades de 2019 y 2015.

La selección española lleva disputados cone Jorge Vilda 53 partidos, con un saldo de 34 victorias, 9 empates y 10 derrotas. El técnico madrileño rescata dos partidos. "Los que ganamos a Austria por 4-0 y a Noruega por 3-0 jugando con 10. Fueron dos partidos muy completos", recalcó el seleccionador, que cuenta con la asturiana Montse Tomé como ayudante.

La estadística de Vilda empeora con las grandes potencias, con tres derrotas ante Inglaterra, dos ante Francia y una ante Estados Unidos y Alemania. Los otros tropiezos se produjeron ante las selecciones de Brasil (1-2), Escocia (1-0) y Polonia (3-0).