Entre los 42 equipos de la Liga de Fútbol Profesional (LFP) no hay tránsfugas. Ninguno aceptó ayer en la asamblea de la Liga celebrada en Madrid negociar la ampliación de los horarios de los partidos más allá de los sábados y los domingos con la Federación, tal y como su presidente Luis Rubiales había propuesto a los principales clubes en una carta.

El presidente de la Federación Española de Fútbol no encontró apoyos. La cumbre de los principales clubes valoró la sentencia cautelar emitida por el magistrado del Juzgado de lo Mercantil número 2 de Madrid Andrés Sánchez Magro y aceptaron la tesis de Tebas, presidente de la LFP. La sentencia paraliza provisionalmente los partidos de los lunes, pero permite los de los viernes a cambio de que la Liga pague a la Federación 15 millones. Javier Tebas entiende el fallo como una victoria parcial y no como una derrota. "Ya hemos logrado jugar los viernes, ahora vamos a por los lunes", afirmó el presidente de la Liga poco después de apelar sentencia ante la Audiencia Provincial de Madrid.

Luis Rubiales guardó ayer silencio tras el previsible varapalo en la asamblea de la Liga. El presidente de la Federación sigue tratando desde la Ciudad del Fútbol de Las Rozas de cambiar el establishment del balompié español, pero sin contar con la aquiescencia de los principales clubes regados de millones por la Liga a cuenta de la venta de los derechos televisivos.

Según los datos oficiales de la temporada 2017-2018, los últimos ofrecidos por el organismo de Tebas, las escuadras se repartieron solo ese curso 1.505 millones de euros -1.325 millones los de Primera y 180,6 los de Segunda-.

Telefónica firmó pocos días antes del último episodio del atávico conflicto Tebas-Rubiales el mayor contrato para obtener los derechos televisivos para las campañas 2019-20 y 2020-21. Pagó 3.421 millones sobre la base de jugar los viernes y hacerlo también los lunes.

Mediapro, la empresa de Jaume Roures, citada como testigo de la Liga en la causa resuelta cautelarmente en Madrid, advirtió que de no mantenerse el formato actual, los derechos televisivos se devaluarían un 30 por ciento. En el caso del Sporting y del Oviedo, esta guerra podría costar casi cinco millones de euros a los dos principales clubes asturianos -2,7 millones al Sporting y 2,1 al Oviedo.

La jornada de los viernes es fundamental, a juicio de los operadores televisivos, para mantener el actual modelo de negocio. De igual forma lo es la de los lunes, que tendrá que volver a autorizarla un juez, tras la decisión tomada a finales de la pasada semana.

El partido más importante del fútbol español se seguirá disputando. Luis Rubiales calificó la sentencia de "día histórico para el fútbol" y asume que lo dicho en el auto es una "victoria total" de la Federación.

Sin embargo, la realidad parece seguir un camino alternativo ya que en la sentencia se señala que la Federación podría estar realizando una competencia desleal a la hora de fijar los nuevos horarios y con la gestión que realiza de la Copa del Rey y de la Supercopa de España. La edición de este curso, que estrena formato a cuatro y que se celebrará del 8 al 12 de enero, aún carece de sede, pero la del curso anterior se celebró en Tánger, Marruecos.

La voluntad de Rubiales no era tanto acotar la jornada únicamente a los sábados y a los domingos, sino que vislumbraba mantener los partidos de los viernes a cambio del pago de 33 millones de euros y no de 15 como finalmente estipuló el juez que emitió el fallo. A la espera de que avance la guerra, la batalla de ayer se inclinó del lado de Tebas, que sabe que cuenta con el apoyo de los clubes.