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Las ideas también ganan

La preparación del partido de Javi Rodríguez y la intensidad del equipo dan al Liberbank una importante victoria ante Palma

Javi Rodríguez, durante el partido del Liberbank Oviedo Baloncesto ante el Mallorca-Palma. IRMA COLLÍN

El Liberbank Oviedo Baloncesto se impuso (70-61) el sábado a uno de los grandes favoritos al ascenso a la ACB, el Palma, gracias a una minuciosa preparación del partido y a una idea que todos tienen clara en el equipo: la defensa y el trabajo está por encima de las individualidades. Esta idea se vio reflejada de tal forma en el parqué de Pumarín que la constelación de estrellas que ha formado el equipo insular se quedó frustrada.

La idea que quiere poner en práctica Javi Rodríguez, técnico del club carbayón, viene de atrás, de una reflexión sobre el equipo de la pasada temporada, que tantos buenos momentos ofreció, y de la constatación de un hecho que a medida que el club ha ido creciendo se había perdido un poco de vista: el presupuesto no permite al OCB pujar por jugadores de un talento contrastado y, por lo tanto, debe fichar a otros menos conocidos pero que se adapten bien a la idea que quiere plasmar en la cancha el entrenador gallego.

Así se entiende mejor el equipo que ha formado el Oviedo: jugadores con un caché bajo, con mucho margen de crecimiento y que, además, aportan al equipo físico y versatilidad. Uno de los que representa a la perfección ese espíritu es Guim Expósito (Barcelona, 1994). Lo primero que cuesta trabajo es explicar en qué posición juega. Mide 1.98, viene de jugar dos temporadas en Suecia, la primera en la segunda categoría, y antes había pasado varias temporadas disputando la Liga EBA. En el partido ante el Palma quedó bastante claro que su posición esta temporada será la de base para darle descanso a Sergio Llorente. En ese puesto sufrió bastante durante un tramo del duelo, pero, a medida que fueron pasando los minutos, su rendimiento fue creciendo. Sin llegar a dirigir el equipo como Llorente, el catalán se atrevió a penetrar utilizando su físico y convirtió un triple aprovechando precisamente el scouting del rival y la supuesta dificultad que tiene para anotar desde la línea de tres. Por supuesto, en defensa aportó muchísimo al permitir continuos cambios, ya que puede defender a jugadores de varias posiciones. Tan solo jugó 10 minutos al estar recién salido de una lesión, pero en ese tiempo anotó siete puntos, dio tres asistencias y cogió dos rebotes.

Otro ejemplo de que la idea del equipo ha estado siempre por encima de los nombres propios es Gunnar Ólafsson. Un islandés que jugaba en la Liga de su país, que no es titular con su selección y que pasó desapercibido en su paso por la NCAA (la Liga universitaria de Estados Unidos). Su virtud es la fuerza y su principal debilidad la calidad individual. En Oviedo su función será la de alternar el dos y el tres, en ataque intentar romper con penetraciones y en defensa secar a los jugadores con más talento del rival. Otro más para sumar en la faceta que menos se ve pero que tanto beneficio aporta a un equipo.

Y, más allá de las virtudes de cara uno, se vio una enorme actitud defensiva en todos los jugadoers. Álex Reyes y Tre' Coggins, dos jugadores con talento y capacidad para anotar, estuvieron muy activos atrás. El primero, además de sus 16 puntos, cogió 6 rebotes, 2 en ataque, que fueron claves. Coggins, por su parte, muy errático en el tiro (1 de 9 en triples), no dejó de meter manos para intentar robar balones. Le faltó el acierto pero tuvo la actitud.

A los nuevos se unieron los que ya estaban, con un Jakstas imperial atrás y adelante; con Arteaga sembrando el terror bajos los aros; con Wright brillando sobre todo en defensa; y con Nuutinen alternando las posiciones de tres y cuatro. Al frente de todos ellos estuvo un genial Sergio Llorente.

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