El día después del "se queda" de Leo Messi, su entrenador en el Barça y actual seleccionador español, Luis Enrique Martínez, dio su opinión sobre el conflicto. "Los clubes están por encima de las perasonas", advirtió Luis Enrique, que añadió: "Me habría gustado que llegaran a un acuerdo amistoso". Messi dedicó el sábado a su familia y mañana lunes pasará el test PCR previo a su incorporación a los entrenamientos. "Estoy muy contento de que se quede", declaró desde Holanda su compañero Frenkie de Jong.

Luis Enrique no pudo librarse del "caso Messi" en la rueda de prensa previa al partido de la selección española frente a Ucrania. El gijonés dudó en un principio -"es un tema muy delicado"-, pero finalmente se explayó: "Leo ha hecho que el Barça creciera de manera exponencial, pero me hubiera gustado mucho más que se hubiera llegado un acuerdo. Tarde o temprano Messi dejará de jugar en el Barça. Es de buen nacido ser agradecido por las dos partes. El club seguirá ganando títulos sin Messi, como Messi seguirá siendo maravilloso muchos años si se va".

También desde Las Rozas llegó la reacción de un exbarcelonista, Thiago Alcántara, uno de los protagonistas con el Bayern del 8-2 de Lisboa que desencadenó la crisis azulgrana: "Cualquier decisión beneficiosa para el club en el que está es maravilloso", dijo Thiago, que añadió. "Leo suma y es súperimportante en cualquier equipo que esté, si es en el Barça mejor para el club".

Mientras, De Jong no ocultó su satisfacción por seguir compartiendo el vestuario con Messi: "Estoy muy contento de que se quede. Es el mejor jugador del mundo y si permanece en el Barcelona, eso te hace feliz".

Entre los exdirigentes del Barcelona, tras la reacción de Joan Laporta felicitándose por la resolución de la crisis, ayer fue el turno de Joan Gaspart: "Lo que cuenta no es como empiezan los problemas, sino como se solucionan". Y opinó que los socios "deben estar agradecidos" a Messi por haber renunciado a pleitear con el club: "Bartomeu está loco y no quiere el dinero, quiere a Messi".

Como si no hubiera sucedido nada, o acaso precisamente por todo lo que ha sucedido, los Messi franquearon ayer las puertas de su casa y salieron de excursión. Después de días de enclaustramiento, cercados por muros y periodistas, de tensión por si el Barça cedía y permitía su marcha y de emotividad -"fue un drama bárbaro, con toda la familia llorando"- , Leo y Antonella se llevaron a Thiago, Mateo y Ciro a dar una vuelta. A los críos se les vio risueños en la fotografía colgada en las redes sociales. Ellos, que no querían marcharse de Barcelona, han logrado su propósito.

El caso del padre es distinto, porque era quien deseaba irse. Desde el jueves Leo anda mentalizándose para seguir un año más en el Barça. Se queda a desgana para cumplir el contrato hasta el 2021 porque Bartomeu no cumple la promesa de liberarle. A Messi le toca reprogramarse anímicamente para recuperar las ganas de jugar en el Barça, sabiendo que amigos como Luis Suárez y Arturo Vidal, negociando sus salidas a la Juve y al Inter de Milán dejarán de convivir con él.