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El “gol de la jornada” del exportinguista Avelino

“Jugar en UEFA era más que un sueño”, dice el exfutbolista, recordado por su golazo al Mallorca

Avelino, ayer, en su domicilio de Jaén, con una camiseta del Sporting. | LNE

“La mía fue una generación muy buena”. Así lo asegura Avelino Riopedre Muiña (Gijón, 11-11-1971), exjugador de aquel Sporting de comienzo de los 90 que llegó a disputar la Copa de la UEFA. Y así lo refrenda quienes le acompañaron en aquel plantel y que coincidieron con él en categorías inferiores: Muñiz, Tomás Hervás, Iván Iglesias, Juanele, Caco Morán o Castaño. “Jugar en el primer equipo fue un orgullo, pero hacerlo acompañado de mis amigos fue incluso mejor”, asegura ahora Avelino desde Jaén, donde lleva asentado dos décadas, con ese deje jienense en la voz que ya sustituyó al acento asturiano.

“Para los nacidos en Gijón, no hay mayor ilusión que poder jugar en el primer equipo del Sporting”, asegura el centrocampista, que llegó a disputar más de un centenar de partidos con el primer equipo, entre Primera División y la UEFA. “Si jugar con el primer equipo era un sueño inalcanzable, poder disputar competición europea muchísimo más”, enfatiza Avelino, “nunca me lo imaginé”.

Tras jugar en el Veriña, fichó por el Sporting para jugar en el segundo equipo, antes de dar el salto a la primera plantilla. El debut soñado tuvo lugar en Valladolid. “Hacía muchísimo frío, era un domingo por la tarde”, recuerda Avelino. Aquel partido lo ganó el Sporting por 0-1, con gol de Luhovy. Un encuentro que fue aún más especial para Avelino. “Debutamos el mismo día varios canteranos: Iván Iglesias, Muñiz y yo”, rememora, “para mí fue muy importante poder debutar con ellos, por la amistad que nos unía”.

Una relación que aún se mantiene a día de hoy, pese al paso de los años. “Siempre fuimos amigos por encima de compañeros de equipo”, explicita el que fuera centrocampista del Sporting, que asegura que “a día de hoy seguimos manteniendo mucha relación”. De hecho, aunque Avelino esté viviendo fuera de Gijón, en Jaén, “y solo nos podamos ver de Pascuas a Ramos, siempre que podemos nos vemos”. Para Avelino, “eso es lo más importante que yo me llevo de mi etapa en el fútbol”. No solo las amistades, sino “todos los buenos recuerdos que guardo” de aquellos años.

Uno de ellos, precisamente, el de un tanto que anotó. “Fue un gol muy guapo”, valora ahora, “fue contra el Mallorca, regateé a un rival y según me caía le pegué”. Un tanto que fue reconocido con “el gol de la jornada, de Canal +”, recuerda. El otro buen recuerdo que guarda es el del otro gol que anotó en Primera División, frente al Albacete. “Son los dos únicos goles que marqué con el primer equipo”, refrenda. También los partidos de UEFA, contra el Partizan y el Steaua de Bucarest. “Fue algo increíble”, incide.

Su marcha del Sporting se explica en base a dos factores esenciales: una lesión de rodilla, y el servicio militar obligatorio. “Sufrí una lesión importante en la rodilla, y estuve un año prácticamente sin poder jugar”, explica Avelino. A ello se suma que “tuve que hacer la mili, en Noreña, así que estaba a caballo entre ambas cosas”. Precisamente por ello, “aquel año quedé un poco cortado del equipo” y, tras ello, dejó la disciplina rojiblanca.

Tras pasar por Cultural Leonesa y Zamora, en Segunda División B, fichó por el Torredonjimeno extremeño, de la misma categoría, y, tras ello, por el Martos jienense, de Tercera División, donde colgó las botas a los 36 años. Una provincia, Jaén, que ya no dejó. Tras dejar el fútbol, se dedicó a trabajar en una empresa de coches, de la que hoy es gerente y donde aún se acuerda de aquel “gol de la jornada” que anotó.

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