Jordi Xammar y Nico Rodríguez lograron ayer la medalla de bronce en vela, en la categoría masculina de la clase 470. Esta es la segunda presea para España en el deporte, tras la conseguida por Joan Cardona en Finn el pasado martes, y es un premio a cuatro años de trabajo en equipo. Al finalizar la prueba, las emociones se desbordaron. “Medallista olímpico, llevo toda una vida soñando con esto”, dijo un exultante Xammar, que aún no asimilaba lo que acababa de acontecer. Rodríguez, mucho más calmado, ya pensaba en las celebraciones: “Van a caer unas cuantas cervezas, una mariscada con mi madre y lo que haga falta”.
Pero esta medalla también está marcada por una decisión. Nico Rodríguez es graduado en Odontología y tuvo una oferta para trabajar en Holanda como dentista. El regatista decidió rechazarla para centrarse en su carrera deportiva y a la vista está que no se equivocó. En este ciclo olímpico, Rodríguez y Xammar han logrado alcanzar el podio en todos los Mundiales y Europeos desde 2017, siendo esta medalla un broche de oro a su trayectoria.
El equipo español de vela ha sido el único –junto al japonés y al británico– que ha logrado clasificarse en las diez modalidades, algo que no pasaba desde Atlanta 1996. Sin embargo, las dos disciplinas donde España ha conseguido medalla desaparecerán del calendario olímpico. El Finn que trajo el bronce de Cardona no estará en París 2024, mientras que el 470 de Rodríguez y Xammar pasará a ser mixto, deshaciendo así la exitosa pareja que ha representado a España en Tokio.
