50 años de su debut como azulgrana

El día en que Cruyff cambió para siempre al Barça: "Fue una burrada, apoteósico"

El 5 de septiembre de 1973, ante 75.000 personas en el Camp Nou, el genial futbolista neerlandés se estrenó con el Barcelona en un amistoso contra el Círculo Brujas

Johan Cruyff, en su debut con el Barça.

Johan Cruyff, en su debut con el Barça.

Arnau Segura

"Para los niños que estábamos ahí fue una burrada, apoteósico", suspira Jordi, hijo de les Masies de Voltregà (Osona), regresando, por los caminos de la memoria, a la tarde del 5 de septiembre de 1973, una de las más felices de su niñez. Con 13 años vivió el debut de Johan Cruyff con el Barcelona en directo, sentado entre sus abuelos en la grada del Camp Nou. 75.000 personas presenciaron el amistoso contra el Círculo Brujas, organizado para que el holandés, Balón de Oro en 1971 y 1973, ganador de la Liga de Campeones en 1971, 1972 y 1973 con el Ajax, empezara a aclimatarse a su nuevo equipo ante la imposibilidad de debutar de forma oficial por las trabas burocráticas. 

En la víspera del debut admitió que su única preocupación era "satisfacer a los socios y simpatizantes del Barcelona". Y cumplió, porque el Barça, presidido por Agustí Montal y dirigido por Rinus Michels, ganó por 6-0 con dobletes de Cruyff y Juanito y goles de Laredo y Rexach. "Quiero puntualizar que la afición no ha visto aún al verdadero Cruyff. No, no. Pienso que solo he rendido la mitad de mis posibilidades", afirmó después del partido: "El sueño de mi vida se ha visto cumplido".

En la previa había pedido "paciencia" a los aficionados, "que no piensen que todo será llegar Cruyff y venir los triunfos". pero efectivamente fue así. No pudo debutar hasta el 28 de octubre, con el equipo 14º y a un punto del descenso. Pero entonces todo cambió de repente: el Barça venció al Granada por 4-0 con otro doblete de Cruyff y ya no volvería a perder hasta que ya se había coronado campeón, con cinco jornadas de margen y con un 0-5 en Madrid de por medio. Se rompió la sequía más larga de del club en la Liga: 14 años.

Juan Manuel Asensi, el capitán de la Recopa de Basilea (1979), el actual presidente de la Agrupación de Jugadores, remarca que la primera vez que le vio jugar quedó "totalmente impactado, impresionado. "Era una maravilla, diferente. Su llegada fue como cuando estás en una habitación que ha estado mucho tiempo cerrada y abres la ventana y entra un aire fresco que lo cambia todo. Fue un revulsivo terrible. Nos cambió a todos. Todos nos creímos Cruyff", asegura Asensi.

"Nosotros éramos gente de pueblo y nos vino el modelo número uno de la casa Dior: un personaje alto, delgado, guaperas, con su pelito largo. Yo pensaba: ‘Este es la leche. Lo tiene todo. Encima de buen jugador tiene todas las armas para triunfar en cualquier ámbito’", añade.

Johan Cruyff, en su debut con el Barça.

Johan Cruyff, en su debut con el Barça.

Según José María Laredo, culé de 1972 a 1974, su llegada supuso una liberación colectiva: "Todas las miradas se centraron en él, toda la responsabilidad y la atracción. Era el epicentro de todo y esto nos liberó: salió la presión que siempre ha habido en can Barça, el ay, ay, ay,los nervios y las inquietudes que te atenazan. Y entraron las ganas de correr, de disfrutar. Jugábamos tranquilos, relajados, felices. El Barça tenía jugadores buenísimos, pero llegó él y explotaron todos. El equipo se convirtió en una máquina de marcar y ganar. Tuvo un efecto psicológico muy grande". Habla de un líder carismático e inteligente, de una persona con aureola.

Dio tanta confianza al equipo que, de camino al Camp Nou, Marcial abría la ventana del autocar, sacaba la cabeza y gritaba: "Aquí viene la filarmónica de Londres". Lo recuerda Salvador Sadurní, el portero de la historia con más años en el Barça: "Íbamos con una moral increíble". También explica que Cruyff bajaba hasta su área para recoger la pelota y empezar la jugada. Que le llamaban "urbano" porque dirigía a sus compañeros gesticulando y señalando con los brazos. "Tenía leones en el bolsillo: no pagaba nunca nada".

Cajas de cerillas

Prosigue Laredo, entre risas: "Recuerdo que Fosforera Española sacó unas cajas de cerillas con nuestro nombre y nuestra foto y no vimos ni un duro. Era lo habitual, pero todo esto también cambió con él. Pasamos de recibir un llavero a recibir dinero". Apunta que Cruyff cobraba por cada entrevista, aunque en su momento, según la hemeroteca, el entonces secretario del Barça desmintió "la noticia que aseguraba que el jugador holandés iba a cobrar 40.000 pesetas por cada entrevista que realizara". "Con él cambió todo. Revolucionó el fútbol. Tanto dentro del campo como fuera. En el campo veía las cosas antes de que pasaran. Era un jugador excepcional. Sensacional", dice Laredo.

Asensi concluye: "Lo que vivimos con el Flaco quedó impregnado en la memoria para toda la vida. Hemos sido sus compañeros y amigos y encima hemos sido campeones a su lado. Era el mejor futbolista del mundo de aquel momento. Nos hizo campeones y nos abrió los ojos en muchas cosas". Tiene una foto junto a él en casa, en un marco encima de una mesa: "Es del día que ganamos el título de Liga en El Molinón. Salgo abrazado a él. Creo que todos los jugadores que hemos estado con Johan tenemos una foto con él, seguro. Aunque cuando me preguntan si jugué con Cruyff siempre digo que no, que Cruyff jugó conmigo, porque yo ya estaba ahí cuando él llegó". Y ríe.