El Real Oviedo dará la próxima semana un paso decisivo para llevar su ciudad deportiva a La Manjoya: esto es lo que costará la operación

El club azul firmará un contrato de arras para hacerse con la finca de siete hectáreas

El pago final de los 2,5 millones de euros está condicionado a una serie de requisitos

Los terrenos de La Manjoya donde el Oviedo estudia construir su nueva ciudad deportiva.

Los terrenos de La Manjoya donde el Oviedo estudia construir su nueva ciudad deportiva. / Irma Collín

Nacho Azparren

Nacho Azparren

El Oviedo elige La Manjoya para albergar su futura ciudad deportiva. La operación para hacerse con la finca de siete hectáreas, de la que informó LA NUEVA ESPAÑA en exclusiva el pasado 13 de febrero, vivirá la semana que viene un capítulo casi definitivo para su futuro, con la firma de un contrato de arras entre el Real Oviedo y los propietarios del terreno. El club abonará una señal –una cifra no muy elevada– en este acuerdo de intenciones, mientras que el pago del total de los terrenos, 2,5 millones, se producirá más adelante, condicionado este a una serie de requisitos que los terrenos deben cumplir.

La firma de este acuerdo situará a La Manjoya como terreno elegido, con un paso que ni siquiera había dado los terrenos de Latores, escogidos y anunciados en un primer lugar por el club y que fueron descartados por los pesados trámites administrativos. Ahora, el Oviedo avanza con más precauciones. Cada paso se mide al milímetro.

Pero la decisión está tomada, descartando otras opciones, como la alternativa de ampliar El Requexón que propuso el Alcalde de Siero, Ángel García "Cepi", que ya escucha otras propuestas por esos terrenos tras el "no" del Oviedo. El club carbayón, en todo caso, no tiene pensado hacer público este primer paso y esperará a que todo el proyecto de La Manjoya esté rematado para anunciarlo.

El pago de la señal unirá a las partes, pero para que la obra se complete se deben superar otros obstáculos. El precio total de los terrenos es de 2,5 millones, como anunció LA NUEVA ESPAÑA el pasado 20 de marzo y para que se concrete la venta hay que cumplir algunos requisitos: que los terrenos estén descontaminados (algo que según fuentes cercanas a la negociación ya se ha hecho), que los trámites administrativos sean razonables y que en la práctica entren en el terreno los 4 campos que se han proyectado en esta primera fase de la futura ciudad deportiva. Si las tres condiciones se dan, el Oviedo pagará esos 2,5 millones de euros. Si, en cambio, se diera alguna traba como la vista en Latores, la operación se descartaría, aunque el club tendría el perjuicio de perder lo que pagará de señal, que en todo caso no es una cantidad elevada.

Mientras se perfila esta primera firma, un paso que no se había dado con otros terrenos, en el club se trabaja en el diseño de la futura ciudad deportiva que se pretende que sea similar a La Esmeralda, del Club León (también propiedad de Pachuca), que sobre ocho hectáreas –solo un poco más grande que la finca de La Manjoya– tiene levantadas unas instalaciones vanguardistas de las que siempre presume Jesús Martínez, dueño del Oviedo.

La finca de siete hectáreas, propiedad ahora de Alberto Lago y la familia Cosmen, albergaría esa primera fase de la casa azul, para la que hay previstos cinco campos de fútbol, un edificio administrativo, además de otras utilidades. Pero en los planes azules hay espacio para más y ya ha sondeado la posibilidad de ampliar los terrenos en el futuro adquiriendo otras fincas colindantes. En todo caso, estos terrenos se añadirían de cara a una segunda fase, aún sin fechas ni diseño.

Según fuentes conocedoras de la operación, si se dieran todos los condicionantes –con más terrenos que añadir al de Lago y Cosmen–, en La Manjoya podría edificarse una ciudad deportiva con más campos incluso que lo que estaba previsto para Latores.

La elección de La Manjoya, y siempre pendiente de que no surjan más problemas que den la operación al traste, supondría para el Grupo Pachuca un paso decisivo en su apuesta por un proyecto de cantera y acabaría con el mayor quebradero de cabeza desde su desembarco en el Oviedo. Jesús Martínez fijó desde el primer día construir una nueva ciudad deportiva como una de sus prioridades y desde el club no se ha descansado para avanzar en esa vía. Por el camino ha habido profundas decepciones, como el fracaso de la operación Latores, y giros de guion pero la firma la semana que viene del contrato de arras entre las partes supondrá dar un paso que no se había dado antes en la eterna búsqueda de la localización ideal para la futura ciudad deportiva del Real Oviedo.