Más dulce que un frixuelo relleno de arroz con leche. En ese punto está ahora mismo el Liberbank Oviedo Baloncesto, que acumula seis victorias seguidas, que está más que consolidado en la zona de los equipos que van a disputar el play-off de ascenso a la ACB y que acaba de ganar a todo un TAU Castelló, equipo que fue campeón del grupo B de la LEB Oro, que venía de ganar con claridad al Breogán de Lugo, el máximo favorito para subir, y que nada pudo hacer ante el despliegue de físico y juego que volvió a ofrecer un OCB que empieza a sonar con mucha fuerza en la competición.

El comienzo del partido del Oviedo Baloncesto es de los que minan la moral de cualquier rival: un martillo pilón que encontró la superioridad física y atlética con Norelia y Kabasele debajo del aro y que se dedicó una y otra vez a castigar el aro rival sin recurrir al triple. Castelló, a base sobre de tiros libres, trataba de mantenerse en el partido con muchas dificultades. El primer parcial acabó 24-15 para los locales y en el inicio del segundo, a 6:43 del descanso, el técnico rival Toni Ten, tenía que parar el partido con su equipo dieciséis abajo (34-18).

Apenas tuvo efecto el tiempo muerto porque se fue uniendo más gente a la fiesta del OCB y Brown, que está cada vez mejor, empezó a abrir el tarro de las esencias. A pesar de todo, un par de errores, con pérdidas, y alguna que otra circunstancia permitieron a Castelló irse al descanso con el partido aún abierto (43-31).

Pero es difícil imponerse a un equipo que atraviesa un momento de juego y de confianza como el que tiene ahora mismo el OCB, al que todo le sale bien. Norelia, el mejor de los azules, puso 19 arriba (56-37) al equipo de Pumarín y obligó de nuevo a parar el partido a Toni Ten a 6:37 de acabar el tercer cuarto. Y en un ejercicio de resistencia, Castelló se agarró al partido y se fue 13 abajo al último cuarto (69-56).

Empezó encestando el Castelló (69-58) en el último parcial y daba la sensación de que al OCB le estaba costando más de la cuenta anotar, pero de nuevo apareció la magia, esta vez de Speight, un base de auténtico lujo. Primero acompañado por la suerte con un triple a tablero y después con un canastón descomunal, el estadounidense devolvió los 16 puntos de ventaja a os locales (74-58) a 7:49 del final. Siguió remandoel Castelló, pero nunca logró bajar la ventaja de diez puntos, ni parar a un Norelia en estado de gracia ni a un equipo, el OCB, que ahora mismo es capaz de cualquier cosa.