Asturias, que a finales de la década de los 90 llegó a contar con varios representantes fijos en la selección española de kárate, vuelve a asomarse a los grandes escenarios. Tras unos años en los que solo Pablo Arenas mantuvo la bandera, los seleccionadores se llevan al Mundial de Dubái (del 14 al 21 de noviembre) a dos jóvenes que debutan en la competición más importante, ahora que los Juegos Olímpicos vuelven a dar la espalda al kárate. El presente y el futuro son de Carlos Bargados y Adriana Gil.
“Todo el mundo lo esperaba menos yo”, confiesa Carlos Bargados Bernardo (La Felguera, 20-1-99) sobre su convocatoria para el Mundial. “Casi había perdido la esperanza después de tantos años entrenando”, añade en referencia a su relación con el kárate: “Empecé con tres años y compito desde los 14”. Algo lógico si tenemos en cuenta que su padre, Félix, tiene un gimnasio y se ocupó de su formación desde el principio. “Me ha dado mucha caña”, bromea Carlos.
Bargados fue internacional en categorías inferiores y debutó en la absoluta hace unos meses en el Iberoamericano de Nicaragua. “Acabé tercero y el seleccionador me dijo que quedó muy contento”, en referencia a Iván Leal, que le eligió para el Mundial en su categoría (menos de 75 kilos) por delante del campeón de España, Rodrigo Ibáñez. Tanto Leal como su ayudante, el asturiano Óscar Vázquez, le están dando mucha confianza y Bargados participará tanto en la competición individual como por equipos.
“Tenemos opciones en las dos”, recalca el langreano, que confía en el futuro del kumité español: “Viene una buena generación”. Carlos Bargados, que participó en concentraciones en el CAR de Madrid en categorías inferiores, no se plantea marcharse Asturias. Cree que puede seguir entrenándose aquí, con su padre, todos los días de la semana, mientras lo compagina con el grado superior de Administración y Finanzas.
Adriana Gil Álvarez (Candás, 10-2-99) tampoco descuidó sus estudios de Administración y Dirección de Empresas (ADE) mientras progresaba en el kárate. Empezó en un gimnasio de Candás y ahora lleva unos años a las órdenes de Ángel Arenas, exseleccionador nacional, en Oviedo. “Con Ángel he mejorado mucho”, explica Gil, que tampoco se esperaba la convocatoria de la seleccionadora, Irene Colomar. “Un Mundial senior es lo más de lo más”, recalca.
“Voy con el objetivo de hacerlo lo mejor posible, tanto en individual como por equipos”, señala Adriana Gil, que durante los dos últimos años ha acumulado experiencia internacional, sobre todo en torneos Premier, en los que llegó a lograr un quinto puesto. Como sus compañeros lamenta que se le haya cerrado la puerta de los Juegos Olímpicos: “Hay bastante ruido con que lo hayan excluido de París 2024 después de la oportunidad de Tokio. Es un palo porque podría haber ido a París con 25 años, en un buen momento”.
