Torre va a por otros 250

“Hay Adrián para rato”, avisa el guardameta del Langreo, ahora centrado en la permanencia

Adrián Torre y el presidente del Langreo, Víctor Fernández-Miranda, sostienen una camiseta conmemorativa de los 250 partidos del guardameta. | UPL

Adrián Torre y el presidente del Langreo, Víctor Fernández-Miranda, sostienen una camiseta conmemorativa de los 250 partidos del guardameta. | UPL / Mario D. Braña

El domingo, Adrián Torre (Riaño, Langreo, 24-8-89) recibió una camiseta conmemorativa de los 250 partidos en los que ha defendido la portería del Langreo. Y, con 32 años, no descarta doblar la cifra: “Hay Adrián para rato y sería un orgullo llegar a los 500 partidos en el club de mi vida”. Lo único que ensombrece su buen momento personal es la situación del equipo, muy próximo a la zona de descenso a Tercera RFEF: “Para un club como el nuestro, la permanencia es una obligación”.

Tras pasar por las categorías inferiores de Ganzábal, el Alcázar, el Entrego, el Vetusta y el Lenense, Adrián Torre llegó en 2014 al primera equipo del Langreo, el equipo al que iba a ver de pequeño a Ganzábal, de la mano de su padre. “No me imaginaba que iba a estar aquí tantos años y a jugar tantos partidos. Estoy orgulloso de ello y de llevar el brazalete de capitán”. Salvo los cinco primeros partidos de la temporada 2014-15, Torre ha sido titular indiscutible en la portería azulgrana.

“Estoy agradecido a todos los entrenadores que he tenido en ”, explica Adrián Torre. “Desde Hernán, con el que estuve cuatro temporadas, a Ángel Rodríguez, que imprimió un punto más de profesionalidad. Y ahora, con Samuel, también muy a gusto”. No quiere olvidarse tampoco de ninguno de sus compañeros y rivales para la portería, desde Javi Díaz al actual, Javi Torres, pasando por Jorge, Javi Menes, Imanol Elías, Dennis y Roberto Jara.

Aunque tuvo ofertas para jugar fuera de Asturias, Adrián Torre nunca dudó: “Siempre prioricé estar en casa, con la familia, y poder compaginar el fútbol con el trabajo. Tendría que llegar algo muy fuerte porque para mí el Langreo lo es todo. Hay que valorar un poco lo que tenemos en casa. Aquí me lo dan todo y me hacen sentir especial. Eso no hay dinero que lo pague. Me siento un lagreano y llevar esta camiseta y este brazalete es un honor”.

Y con cuerda para roto: “A veces bromeo con los compañeros y les digo que en estos dos últimos años me estoy sintiendo mejor que al principio de mi carrera. Hay Adrián para rato porque no estoy ni cerca de plantearme dejar el fútbol”. Tras celebrar el éxito personal, Torre solo piensa en el equipo: “La permanencia es una obligación. Este club tiene que ser ambicioso, cada año ir a más y, como mínimo, aspirar a jugar el play-off de ascenso”.

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