La asturiana Montse Tomé, asistente de Vilda en la selección española femenina: "No nos rendimos nunca"

"Mi generación, de niñas, no teníamos referentes; ahora idolatras a las futbolistas: el camino está hecho"

Montse Tomé, en un entrenamiento en Nueva Zelanda. |

Montse Tomé, en un entrenamiento en Nueva Zelanda. | / RFEF

Nacho Azparren

Nacho Azparren

Montse Tomé (Oviedo, 1982) es una de las líderes silenciosas de una selección, la Femenina, que está haciendo historia y busca el paso definitivo. Es una de las asistentes del seleccionador, Jorge Vilda, y parte importante en el equilibrio de un equipo que el domingo buscará ante Inglaterra tocar la gloria. Algo que ni siquiera se imaginaba cuando empezó a darle patadas a un balón en Pola de Siero.

–¿Cómo lo lleva?

–Bien, de momento. Soy una persona tranquila, si tengo nervios trato de gestionarlos. Lo que pasa que como estás siempre ocupada trabajando y preparando la final es como si no tuvieras tiempo a ponerte nerviosa.

–¿Cómo vivió las semis?

–Los últimos minutos fueron una locura. Con tanta variación casi no te da tiempo a asimilarlo, ni a pensar en el escenario.

–El 2-1 en esa jugada en un córner: ¿inspiración de las jugadoras o estudio previo?

–Nosotros somos un cuerpo técnico que siempre le damos mucha importancia a las jugadas a balón parado. Más ante un rival como Suecia, que sabíamos de su poderío, sobre todo ofensivo. Habíamos visto que dejaban una sola jugadora al rechace, incluso a veces ninguna, y lo comentamos con ellas. Luego, Olga metió un golazo.

–Inglaterra: ¿asusta?

–Llevan un tiempo a un grandísimo nivel, son las actuales campeonas de Europa. Las vimos en directo contra Australia y creo que fue su mejor partido en el Mundial. Habían empezado con marcadores más cortos y fueron entonándose. Es un rival muy potente pero tenemos nuestras armas.

–¿Cómo es el día a día con el grupo?

–Es una pasada entrenar a estas jugadoras. Incluso las que no juegan trabajan a destajo. Saben que para todas esto es una oportunidad y un privilegio. Siguen trabajando a tope, pero con calma y confianza.

–Da la sensación de que mentalmente el grupo es muy fuerte.

–Creo que hemos madurado durante el campeonato. Empezamos bien, con altibajos, pero en buena línea y en el partido ante Japón se produce, para mí, un punto de inflexión. No jugamos mal aquel día, a pesar del 4-0, pero ellas supieron jugarnos y hacernos daños. Pero en vez de hundirnos, ahí el equipo dio un paso adelante en mentalidad. Y ante Suiza se vio otro equipo, nos vino muy bien aquella goleada. Llegamos a la final en nuestro mejor momento, este equipo no se rinde nunca.

–Les llegará el apoyo y la ilusión desde España…

–Sí, estamos a muchos kilómetros y metidas en el día a día, pero claro que llega. Vemos que la gente están enganchada. A mí, particularmente, me hace mucha ilusión lo que me llega de Pola de Siero y de Asturias en general.

–¿Se imaginaba poder vivir algún día una experiencia así?

–Empecé a jugar sin equipo, jugando con chicos. Ahora, veo a estas futbolistas con los recursos que tienen a su disposición, que pueden vivir de su profesión, y lo que están logrando y es una situación que para mí era impensable.

–Usted ha sido testigo del gran cambio.

–Por ejemplo, mi generación, de niñas, no teníamos referentes femeninos en el fútbol. Ahora todas las niñas que juegan tienen sus referentes, conocen a las futbolistas y las siguen. Las idolatran. Ya está el camino hecho. Ha cambiado todo: el seguimiento, el trato de los medios, los estadios...

–¿Cómo lleva Vilda todo esto?

–Es lo mejor que le puede pasar a él. Hemos tenido que multiplicar el trabajo, los esfuerzos y seguir hacia adelante. Esto no hubiera sido posible sin él. Y sin Rubiales tampoco. Cuando peor estaban las cosas, fue el que le dijo a Jorge: "Te quedas".

-Usted está en la selección gracias a Vilda, ¿verdad?

-Así es. Yo estaba haciendo el curso de entrenadores de la Federación y Jorge era profesor de táctica. Cuando acabé el nivel d2 me llamó y me propuso entrar en el staff. Yo flipaba. Dije que sí, pero que teníamos que darnos un tiempo para ver si la cosa funcionaba. Y parece que funciona porque ya llevamos 5 años.

–Por último: Un mensaje a los que le siguen desde Asturias.

–A mi familia, agradecerles otra vez el apoyo todo este tiempo. El fútbol te exprime y te roba momentos con la familia y amigos y yo soy una apasionada que podría estar 24 horas trabajando por soy feliz así, pero también te quita tiempo con los tuyos. Mi familia y amigos lo asumen y por eso les doy las gracias. Y a todos los que se han enganchado a la selección en el Mundial les diría que sigan así, que estas chicas, al margen de resultados, transmiten valores y hay que apoyarlas.

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