Romper el Erasmus por jugar la Copa del Rey: la historia de un jugador del Lugones

"Solo con estar merece la pena", dice Diego Orihuela, jugador del Lugones de "Erasmus" en Bari, que recorrerá dos mil kilómetros en 24 horas para acudir al partido contra el Rayo

Diego Orihuela, jugador del Lugones que viene desde Bari a jugar el partido de Copa del Rey contra el Rayo Vallecano.

Diego Orihuela, jugador del Lugones que viene desde Bari a jugar el partido de Copa del Rey contra el Rayo Vallecano.

Van a ser más de dos mil kilómetros y 24 horas de viaje, pero Diego Orihuela está dispuesto a todo con tal de poder acudir al partido que su equipo, el Lugones, disputará ante el Rayo Vallecano en la Copa del Rey (miércoles 1 de noviembre a las 12 del mediodía). El futbolista de 21 años, actualmente de "Erasmus" en la localidad italiana de Bari, no se lo ha pensado y se desplazará exclusivamente para estar con sus compañeros en una fecha tan señalada. "Sabe Dios lo que contará conmigo el entrenador, pero solo con estar merece la pena. Yo estaría encantado con cualquier minuto que me diese, aunque entiendo que no me ponga, porque el resto de compañeros están en la dinámica del grupo y se ganaron esta oportunidad", dice.

El fútbol es parte esencial de la vida de este extremo ovetense, que dio sus primeras patadas al balón en el colegio Villafría, de Otero. Posteriormente estuvo en el Prados San Julián, ocho años en el Covadonga y, ya como senior, ha jugado en el Vallobín y en el Tineo, antes de firmar este verano por el Lugones.

Sin embargo, no llegó a debutar en el campo de Santa Bárbara porque debido a las obras del campo el club pactó jugar los primeros partidos de la competición fuera de casa y, al poco, le surgió la oportunidad de un "Erasmus" en Italia. Estudiante de cuarto de Magisterio, hizo las maletas para vivir su primera experiencia fuera del hogar y fuera de España. "Llevo una vida un poco frenética, con clases por la mañana, luego vamos a alguna playa cercana o a jugar alguna pachanga con otros españoles y por la noche suele haber algún evento", dice Orihuela, encantado con la experiencia pese a la dificultad de las clases en italiano: "Es una oportunidad para madurar, conocer gente, el país...".

En realidad, Diego no pensó nunca en la posibilidad de que su equipo jugara la Copa hasta que se clasificó en la eliminatoria previa, ganando 1-2 en el campo del Pradejón. "Seguí el partido por una emisora de radio de La Rioja y por un chat con mis compañeros, vaya alegría... entonces se me empezó a ocurrir ir".

Tras hablar con el entrenador y con su familia, el ovetense se buscó un desplazamiento de precio módico que le obligará a estar 24 horas en danza: bus nocturno de Bari a Roma, vuelo matutino a Mallorca y escala de horas hasta coger el vuelo a Asturias. La vuelta será algo más directa.

Es una paliza, pero para Diego merece la pena: podrá pasar unos días en casa y disfrutará de una ocasión que probablemente no se vuelva a repetir. "En el equipo hay muy buen rollo, la atmósfera de jugar contra un Primera es increíble", asegura Orihuela, que resta importancia al hecho de que el Lugones sea colista de Primera Asturfútbol: "Habrá que ir remontando". A ello ayudará su vuelta definitiva, en febrero.

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