Pues sí, queridos amiguitos. El derbi ya está aquí. No tiene aquel componente romántico, el de esas camisetas de paisanos que pesaban cuatro kilos si llovía como antaño, aquellas que usaban Quini y Tensi, pero un derbi es un derbi. Y más este, el primero en el que habrá público después de que la pandemia provocara que en los campos solo se escucharan los gritos del silencio. La vuelta de las aficiones a la grada es uno de los primeros grandes pasos –no vamos a decir de la humanidad, tampoco nos pasemos– que vienen a demostrar eso de que hay túnel, final, luz y tal y tal.
Ha pasado más de año y medio desde que dejamos de ser felices –aunque de aquella nos creyéramos los seres más infelices del planeta–, tiempo en el que hay gente que ha perdido a compañeros por el camino, dinero, trabajo, negocios, salud (física y mental)...
Nos contaron que el homo sapiens saldría mejor de esta, más sapiens que homo, pero aún está por ver. Así que, mientras esperamos a conocer la respuesta, no está mal llevarse a la boca en el retorno al fútbol de piel con piel un derbi en el que el Sporting y el Oviedo llegan mejor que nunca tras el reencuentro allá en esos lejanos años prepandémicos.
Lo que sigue igual son las relaciones entre ambos clubes, frías como el hielo y necesitadas de algo de calor, pero que por favor no sea volcánico, que de eso ya vamos servidos
Lo que sigue igual son las relaciones entre ambos clubes, frías como el hielo y necesitadas de algo de calor, pero que por favor no sea volcánico, que de eso ya vamos servidos. En cuanto a lo importante de lo menos importante, en la fiesta del “fúrgol” asturiano habrá ausencias. La última conocida es la de Gaspar Campos, convocado por la Rojita (antes llamada sub-21).
El nieto de Campos-Ansó, político que sí que consiguió ser senador y no como Manuel Vega-Arango, protagonista este fin de semana en las páginas de LA NUEVA ESPAÑA, pasa a engrosar la lista de internacionales B rojiblancos para orgullo del sportinguismo.
Por lo demás, queridos amiguitos, el derbi del “9” (día 9, hora 9, jornada 9) coronará al nuevo rey de Asturias y sacará a la luz a los que en estas fechas desempolvan el escalímetro y los cronómetros para medir y minutar si los azules ocupan más papel o chupan más cámara y micro que los rojiblancos, y viceversa. Juegos de niños con gallifantes como premios. Así que sigan, sigan y no me hagan corrillos.