La primera pretemporada de la era Orlegi en el Sporting ya está en marcha. Unos cuatrocientos sportinguistas acompañaron a los rojiblancos en esta nueva etapa de subidas de abonos, limpias de personal e ilusiones renovadas. Uno de los más felices sobre el césped de Mareo y luego en la nueva sala de prensa, bautizada como espacio Leli Rubiera, era Abelardo.
El técnico gijonés es de los pocos que ha sobrevivido al "ganar sirviendo" de Orlegi. Tampoco es que, por poner un par de ejemplos, el Pitu gastara muchas lágrimas por el adiós de Javi Rico y Manolo Sánchez Murias. "Que les vaya bonito", podría haber dicho el preparador de los gijoneses, en sintonía con la nueva propiedad en temas como el de Djuka. El ayer serbio y hoy vecino de Montenegro se los ha ganado a todos. Honor y gloria. Pero habrá que esperar a que el señor mercado no trastoque los planes de unos y de otros.
Mientras, a 28 kilómetros los hay que están de celebración. Montiel seguirá un año más de azul. El hombre al que Ziganda convirtió en el mejor de los revulsivos en la temporada del "casi" debería tener como objetivo personal ser un fijo para Bolo, al que le están dejando niquelada la plantilla mucho antes de lo esperado y de lo que viene siendo habitual.
Pero lo dicho, el señor mercado no tiene piedad y en una de estas desmonta la bolera de la casa azul. Por lo demás, el fútbol femenino español está de moda: otro Europeo para la sub-19. Ya saben lo que decía aquel: hoy Europa, mañana el mundo, ¿oyisti?
