Los empleados de las fábricas de Arcelor-Mittal en Asturias perdieron una media de 4.500 euros con la aplicación desde 2013 del tramo variable en sus sueldos. A pesar de que las plantas de Avilés y Gijón acumulan en lo que va de año más de 84 millones de euros de beneficios, la plantilla no consigue cobrar la totalidad de su salario. Por ello, los sindicatos exigirán hoy, en la segunda reunión para negociar el nuevo acuerdo marco laboral, la supresión del tramo variable para acabar con los ajustes salariales.
El actual acuerdo marco para el periodo 2013-2015, negociado cuando las fábricas de Arcelor-Mittal en Asturias estaban produciendo por debajo de la mitad de su capacidad por la crisis, incluía que parte del sueldo (el 8% en 2013 y el 8,5% en 2014 y 2015) fuera variable. De mano la empresa recorta esa tasa de los sueldos de los trabajadores y en función de una serie de objetivos a cumplir en productividad, frecuencia de accidentes, atención al cliente y absentismo la devuelve o no trimestralmente.
El sindicato CC OO en Arcelor-Mittal calcula un descuento medio inicial por trabajador de 200 euros (600 al trimestre) sobre el salario bruto y apunta que desde 2013 la media de recuperación ha sido del 2,71% del total del sueldo frente al entre 8 y 8,5% de recorte inicial. Por tanto, siguiendo con el ejemplo del recorte medio de 200 euros al mes, en los 11 trimestres transcurridos desde que se aplica el tramo variable se descontaron inicialmente a los trabajadores 6.600 euros, de los que recuperaron unos 2.090 euros, el 32%. Por lo tanto el recorte se elevó a 4.510 euros.
En el tercer trimestre de este año, a pesar de que las plantas asturianas de Arcelor-Mittal lograron unos beneficios de 21,5 millones de euros, el rebaja salarial se mantuvo al no cumplirse los objetivos de absentismo y atención al cliente. De los 600 euros de media de recorte en el último trimestre, los trabajadores lograron recuperar 252 euros, según los cálculos de CC OO.
Los objetivos de atención al cliente no se cumplieron por los retrasos en entregas vinculados a los problemas de arranque de algunas líneas de producción paradas durante el periodo de vacaciones. También se incumplieron las metas de absentismo, que han sido el principal lastre que ha impedido a los trabajadores recuperar la totalidad de sus salarios. Lejos de reducirse, se ha incrementado en los últimos años. En 2012 el absentismo era del 2,72% (tasa que se obtiene de dividir el número total de horas de baja entre el número total de horas de trabajo) y en 2013 se elevó a 3,23%. El pasado año volvió a subir y se situó en el 3,90% según los datos que maneja la multinacional, y en último trimestre de 2015 incluso se superó esa tasa a pesar de que la compañía siderúrgica contrató a principios de año a una empresa especializada en salud laboral para realizar un seguimiento continuo de los trabajadores de baja, incluso mediante llamadas de teléfono a sus casas para conocer su situación.
El acuerdo marco vigente en Arcelor-Mittal España finalizará el 31 de diciembre y el pasado viernes se constituyó la mesa negociadora del nuevo. Hoy volverá a reunirse y los sindicatos UGT, CC OO y USO -con representación en la mesa junto a las centrales vascas LAB y ELA- reclamarán la supresión del tramo variable al considerar que la medida era transitoria, para superar la crisis, y que ya no se justifica ante la mejora de la situación económica y la recuperación de actividad en las fábricas asturianas. Sin embargo, la multinacional teme que no se puedan mantener los buenos resultados económicos de los últimos trimestres ante la competencia de China, que está hundiendo el precio del acero. La multinacional ha registrado en el último trimestre pérdidas en el conjunto de Europa (de 27 millones de dólares) y a nivel mundial (711 millones). Además, ante las nubarrones que se ciernen sobre las plantas asturianas ha reactivado el ERE aprobado en 2009 y 1.800 empleados de las fábricas de Avilés y Gijón -los no vinculados directamente con las líneas de producción- han dejado de trabajar los viernes.
Arcelor-Mittal contaba al cierre de 2014 en España con una plantilla de 9.520 empleados (prácticamente la mitad en Asturias), a los que hay que sumar otros 2.425 empleos de contratas que colaboran directamente en distintas actividades auxiliares.
