El presidente de Caixa Bank, Jordi Gual, destacó ayer que la adquisición BPI, quinto banco portugués, ha convertido a la entidad catalana en líder ibérico en activos, clientes, volumen de negocio (564.000 millones) y oficinas, y que esta operación "creará valor de forma sostenible" para los accionistas de Caixa Bank y para los de BPI. Con esta adquisición, la número 80 de la historia de la Caixa, el grupo, dijo, podrá seguir ganando cuota de mercado.

Gual señaló que, a pesar de la mala evolución del mercado bursátil en el primer semestre de 2016, la rentabilidad total de la acción para el conjunto del año fue del 3,6%, una cifra superior a la del sector bancario español y europeo. En el primer trimestre de 2017, la acción se ha comportado aún mejor, con una subida del 28,3%, once puntos porcentuales más que la media. Con un único pago de 6 céntimos en abril, el importe total del dividendo al accionista durante el ejercicio de 2016 será de 13 céntimos por acción.