El presidente de BBVA, Carlos Torres, elogió ayer sin reparos la figura de su antecesor, Francisco González, pero al mismo tiempo ha prometido "tolerancia cero" con el resultado de la investigación encargada por el banco para investigar la relación de la entidad con el excomisario José Manuel Villarejo y sus trabajos de espionaje a políticos, empresarios o periodistas.

Torres explicó que el expresidente de BBVA le transmite "una conciencia muy tranquila" y la idea de que "no sabía nada" sobre los presuntos pinchazos realizados a través de una empresa del excomisario. Torres aseguró que cree a su antiguo jefe, al frente de BBVA durante la época de las supuestas escuchas, y su opinión sobre él no ha cambiado en absoluto. Para el nuevo presidente, su antecesor es "todo un ejemplo", "un referente" y "un visionario" sobre la banca.

El BBVA ganó 5.324 millones en 2018, el 51% más interanual, según los resultados presentados ayer.