El Banco Santander ha planteado a los sindicatos prescindir de más de 3.700 empleados en España, el 11 % de los trabajadores, y cerrar 1.150 oficinas, el 26 % de la red, dentro de las negociaciones del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) tras la integración del Popular. Este ajuste de plantilla, "el ERE de todos los ERE" en palabras de los sindicatos, se suma al que el grupo llevó a cabo en 2013 después de absorber Banesto y los cerca de 2.500 empleos que el Santander ha recortado en España desde abril de 2016.