La patronal del sector de los supermercados en Asturias ha tachado hoy de "desproporcionada" la huelga de 8 días durante la Navidad que ha acordado la asamblea de trabajadores para reclamar mejoras salariales y sociales.

La Asociación de Supermercados de Asturias (ASUPA) lamenta que "la reivindicación permanente, sin límites razonables, y ajena a la realidad presente y previsible del sector, pueda poner en peligro la viabilidad de un modelo basado, en gran medida, en productos frescos y venta asistida que, si bien es cierto que ofrece una mayor calidad y servicio al cliente, también lo es que los índices de venta por empleado se encuentran entre los peores de toda España". La patronal añade a esa situación "el declive económico regional y la regresión demográfica cada vez más acentuada" y afirma que con ellos "el margen no solo para seguir creando empleo, sino también para sostener el mismo, es cada vez más reducido".

En un comunicado difundido esta mañana, la Asociación de Supermercados destaca que ya llevó a cabo un notable esfuerzo -no presupuestado- cuando en 2018 aceptó un incremento salarial que le supuso un desembolso de casi 9 millones de euros y se tradujo en un aumento del 6,5% en un año (2018) para el 90% de los trabajadores. "A partir de ese momento continuaron las negociaciones para suscribir un convenio , en el que las empresas aceptaron otro incremento -del que no existe parangón en ningún sector si se tiene en cuenta la subida de 2018- por el que en los próximos tres años se aplicarían subidas de 1,30% en 2019; 2,15% en 2020 y 2,70% en 2021, garantizándose así que el salario mínimo no sería en caso alguno inferior a los 14.000 euros anuales a partir de enero de 2021, lo que supondría que el 80% de los empleados tendrían incrementos de hasta un 13%", destacó la patronal, que añadió que, pese a ello, "los sindicatos rechazaron la propuesta y plantearon una distribución con mayor peso de los incrementos en los primeros ejercicios y nuevas pretensiones con coste directo para las empresas, lo que choca frontalmente con el esfuerzo ya realizado por éstas en 2018 y que ha afectado de manera muy significativa a sus balances".

ASUPA quiso mostrar también su preocupación por afirmaciones como que con la huelga "se busca hacer el mayor daño posible a las empresas", al destacar que "se obvian las profundas repercusiones negativas que la misma tendría no solo sobre los consumidores, sino también sobre la economía de los propios trabajadores y la sostenibilidad de un modelo comercial que, en líneas generales, ha atravesado los años más profundos de la crisis sin ajustes estructurales en el empleo y lleva a cabo su actividad en un área donde el consumo no alcanza ni de lejos las cifras previas a la misma".

En opinión de ASUPA, una huelga de ocho días en unas empresas con estas características y que ofrecen una subida salarial de un 13% en cuatro años, "es una medida absolutamente desproporcionada".