Todos los grupos del Congreso, excepto Vos, que se abstuvo, votaron ayer a favor de la creación del nuevo ingreso mínimo vital, prestación de ámbito estatal y análoga al salario social asturiano que persigue combatir las situaciones de pobreza extrema. El subsidio, que llegará este mes a los primeros beneficiarios, garantiza rentas mínimas de entre 461 y 1.015 euros mensuales, en función de las circunstancias familiares.

El Congreso apoyó casi por unanimidad la convalidación del real decreto-ley que regula la renta mínima y a la que finalmente el PP sumo sus votos positivos, tras haber considerado primero la abstención, y Vox sus abstenciones, tras haber expresado antes un rechazo explícito.

El vicepresidente segundo y ministro de Derechos Sociales, Pablo Iglesias, y el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, defendieron el diseño de la renta mínima y subrayaron que es una de las medidas con mayor capacidad de redistribución de rentas. "Dignifica el país", dijo Iglesias. Escrivá subrayó que el coste, 3.000 millones de euros al año, es "perfectamente asumible".

Pese a apoyar la creación del subsidio, PP, Ciudadanos, ERC y JxCAT solicitaron que el texto se tramite como proyecto de ley para introducir cambios. Los populares criticaron que el Gobierno se "apropie" de competencias autonómicas. Vox, que se abstuvo, censuró que la renta mínima no sea una prestación temporal y que "no esté vinculada a la búsqueda de empleo".

Pese a la aparante sosiego parlamentario en torno a la renta mínima, durante el debate hubo momentos de alta tensión. La portavoz socialista, la asturiana Adriana Lastra, denunció insultos desde la bancada del PP a la también asturiana María Luisa Carcedo, que intervino por el PSOE. Dirigiéndose a los partidos de la derecha, Carcedo afeó algunos reparos que se han puesto al ingreso mínimo. "Si fuera una desgravación para otras rentas no dirían nada, pero como es para las personas más necesitadas, entonces se dice que van a cometer fraudes, ir a la economía sumergida, que no van a querer trabajar... ¡Un poco de respeto a estos conciudadanos!", clamó la exministra. Los parlamentarios del PSOE y Unidas Podemos aplaudieron a Carcedo puestos en pie.