La empresa Navec, que en diciembre planteó un plan para despedir a 87 de los 128 empleados de la sede del grupo en el polígono de Silvota (antigua Tradehi), confirmó ayer a los sindicatos su oferta para limitar las rescisiones de contratos a 60 personas. La representación laboral rechaza los despidos y reclama que se plantee un plan de bajas voluntarias y que para el resto se tramite un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) de fuerza mayor hasta el 31 de mayo, que se sustituiría por otro convencional hasta el 31 de diciembre en el caso de que no se renovase la vigencia de los ERTE por el covid a partir del 1 de junio.

Los sindicatos reclaman para las bajas voluntarias la máxima indemnización posible mientras que la empresa sólo ofrece la mínima, según fuentes sindicales.

El periodo oficial de consultas se consuma esta semana y de momento no ha habido aproximaciones entre la compañía y la representación laboral. La empresa alega la rescisión por Cepsa de un contrato que ya se estaba ejecutando para una planta petroquímica y los sindicatos reclaman optar por las bajas voluntarias y los ERTE para dar tiempo a la consecución de nuevos contratos.

La Consejería de Industria y Empleo del Principado intentará mediar hoy durante una reunión con representantes de la empresa. Unidas Podemos dijo que se trata de un proceso de desmantelamiento y deslocalización en varias fases.

Navec tiene 1.200 trabajadores (algo más de 140 en Asturias, en Llanera y Tamón), diez centros de producción en España (cinco en Tarragona, dos en Asturias y otros tres en Cartagena, Algeciras y Huelva) y varias implantaciones en Hispanoamérica: México, Colombia, Perú, Bolivia y Chile.