La familia colunguesa Cueto, mayor accionista de Latam –principal compañía aérea de Latinoamérica–, se dispone a relanzar el grupo con la reapertura de líneas intercontinentales y la ampliación de su flota de carga. El plan de expansión se produce un año después de haberse acogido voluntariamente a la ley de quiebras de EE UU para reestructurar su deuda tras el hundimiento del negocio causado por la pandemia y el cierre de fronteras en muchos países en los que operaba. Latam dejó en tierra parte de su flota y despidió a 1.400 trabajadores en varios países.
Ahora, y mientras diseña el plan de reorganización que debe plantear antes del 30 de junio al juez que tramita la reestrucuración de deuda, el grupo pretende duplicar desde este verano sus vuelos entre Europa y América Latina al compás en que avanza la vacunación y la reapertura de los flujos de viajeros. Ahora ya vuela entre Madrid y Santiago de Chile, y desde Madrid, Francfort y Lisboa a São Paulo. En paralelo, la compañía va a reforzar su división de carga con diez aviones Boeing 767-300 para alcanzar las 21 aeronaves de mercancías a fines de 2023.
La compañía perdió el año pasado 4.545,9 millones de dólares (3.722 millones de euros) a causa de la paralizacion de gran parte de su actividad por la pandemia. En el primer trimestre de 2021 aún tuvo déficit (355,7 millones de dólares), aunque sensiblemente menor al del mismo periodo de 2020. Y aunque redujo su facturación el 62,2%, mermó los costes el 43,3% y generó una liquidez de 2.600 millones de dólares ((2.128,8 millones de euros). Roberto Alvo, consejero delegado, dijo que “se han tomado decisiones correctas para darle continuidad al grupo”.
