Las renuncias de herencias se han disparado hasta cifras récord con los efectos de la pandemia de coronavirus. Hay más muertes y hay más dificultades económicas. El crecimiento de renuncias es generalizado en toda España, pero llama la atención que Asturias es la región donde se registra mayor tasa de rechazos, con más del 24%, y eso también está vinculado con la fiscalidad en las sucesiones.
Todo parece indicar que 2021 será el ejercicio con más renuncias a heredar de toda la serie histórica que recopila el Consejo General del Notariado. Aún no hay cifras oficiales del año porque los notarios continúan recopilando información, pero si el ritmo registrado en la primera mitad del año se mantiene entre julio y diciembre, 2021 cerrará con cerca de 55.000 herencias rechazadas en España, el máximo histórico. Además, desde el Consejo General del Notariado se apunta que no hay motivos para pensar que la tendencia cambie en el segundo semestre de 2021.
En Asturias también se están registrando cifras récord. Entre abril y junio de 2021 se alcanzó el máximo histórico de renuncias de herencias en un trimestre, con 672 (más de siete al día), y en el conjunto del primer semestre la cifra de rechazos se elevó a 1.172. Si se mantiene la tendencia, el año se cerrará con más de 2.300 renuncias, una cifra nunca alcanzada.
El aumento de la mortandad registrado desde el inicio de la pandemia, los efectos que el covid ha generado en la economía y la presión fiscal existente son los tres factores causantes del aumento de la renuncia a herencias, según señalan los expertos del Instituto Europeo de Asesoría Fiscal.
En la mayoría de los casos se renuncia a las herencias porque su aceptación conllevaría más deudas que beneficio. Por ejemplo, si un particular tiene un préstamo hipotecario concedido a 30 años y fallece dejando pendientes de pago 15 años sin dinero líquido en el activo de la herencia, los herederos tendrán que responder con su patrimonio personal al pago pendiente si aceptan la herencia. Además, hay que tener en cuenta que con el estallido de la burbuja inmobiliaria en 2008, muchos inmuebles han perdido valor.
También hay casos en los que se renuncia a heredar por la falta de liquidez para hacer frente al impuesto sobre sucesiones y donaciones o a otros tributos como la plusvalía municipal y esa falta de liquidez se ha agudizado con los efectos económicos de la pandemia de coronavirus.
La presión fiscal también es un factor determinante y los expertos destacan que en Asturias es elevada cuando el importe de la herencia supera ciertos niveles. Según un estudio del Registro de Asesores Fiscales (REAF) del Consejo General de Economistas, Asturias es la región en la que más se paga de impuesto de sucesiones (103.135 euros) cuando un heredero de más de 30 años recibe de su padre bienes valorados en 800.000 euros de los que 200.000 corresponden a la vivienda del fallecido.
La carrera entre comunidades autónomas para abaratar la fiscalidad en las herencias se ha acelerado en los últimos años sin que Asturias haya movido ficha y el mínimo exento de 300.000 euros en las herencias entre padres e hijos se ha quedado lejos de las exenciones y bonificaciones que se aplican en otras comunidades. En ese contexto, Asturias fue la región con mayor tasa de renuncias a heredar en el primer semestre del año. Casi uno de cada cuatro legados, el 24,1%, fueron rechazados. La tasa está muy por encima de la media nacional, del 15,4%, y dos puntos por encima de Baleares, la segunda comunidad con la tasa más elevada según los datos del Consejo General del Notariado.