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La captura de CO2 en la siderurgia para generar hidrógeno se ensayará este año en Gijón

ArcelorMittal y el Incar comienzan el montaje de la planta piloto, incluida en un proyecto europeo con un presupuesto de más de 13,8 millones

Evitar que los hornos altos de la siderurgia emitan CO2 a la atmósfera y al mismo tiempo producir hidrógeno (H2), el combustible de futuro. Y todo en el mismo proceso. De una tacada. La tecnología comenzará a ensayarse en la factoría de ArcelorMittal en Gijón antes de que acabe el año dentro de un proyecto europeo que está coordinado por el University College London y que tiene un presupuesto de 13,8 millones de euros. El Instituto de Ciencia y Tecnología del Carbono (Incar), centro del CSIC con sede en Oviedo, ha completado el diseño de la planta piloto y prevé, en los próximos seis meses, montar todos los componentes, entre los que destaca un reactor de cinco metros de altura. Por su parte, ArcelorMittal ya tiene listo el sistema de conducciones para transportar el gas residual de los hornos altos de Veriña a la planta piloto de captura de carbono y producción de hidrógeno.

La tecnología está testada en el laboratorio, pero trasladarla a la escala semindustrial no es fácil. “Los diferentes equipos ya están llegando. Es una planta piloto muy compleja, y aunque el proyecto acumula un retraso de seis meses, el objetivo es arrancar a finales de año”, señalaron fuentes de ArcelorMittal. “El suministro de los componentes es complicado porque no estamos ni en la escala de laboratorio ni en la industrial. Hay pocas empresas a las que recurrir. Es lo que llamamos el valle de la muerte”, apunta el ingeniero químico e investigador del CSIC Juan Carlos Abanades, responsable del grupo de captura de CO2 del Incar.

La tecnología. En la planta piloto de Gijón se demostrará la tecnología “Casoh” de captura de dióxido de carbono con la producción simultánea de hidrógeno. El gas de alto horno será sometido a muy altas temperaturas y con la asistencia de calcio como sorbente del carbono se obtendrá un flujo rico en hidrógeno y nitrógeno que se podrá utilizar para usos industriales. Posteriormente, mediante ciclos de oxidación y calcinación se logrará una regeneración eficiente del sorbente de CO2 que dará como resultado una corriente rica en CO2 lista para su purificación y posterior uso o para su almacenamiento evitando así que se libere y contribuya el calentamiento de la atmósfera.

Abanades: “La captura de CO2 hay que verla como tecnología de transición”

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La planta piloto. Se ubicará junto al laboratorio GasLab de la factoría de ArcelorMittal en Gijón, en una parcela de 34x18 metros. Los investigadores del Incar diseñaron la planta y con apoyo de otros centros de investigación eligieron los materiales tras realizar pruebas de laboratorio. Fuentes de ArcelorMittal señalaron que los diferentes equipos de la planta ya están llegando, aunque algunas licitaciones aún no se han cerrado. El reactor, de 5 metros de altura, es el elemento principal de la planta, que está previsto que comienza a funcionar antes de fin de año.

Las metas. El objetivo de la planta piloto de Gijón no es sólo comprobar si la tecnología de captura de CO2 y producción de H2 funciona a escala semindustrial. “El coste será el parámetro clave para determinar la elección de esta tecnología frente a otras y hasta que no se haga el piloto no habrá respuesta”, apunta Juan Carlos Abanades.

El proyecto europeo. La planta piloto de Gijón forma parte del proyecto europeo C4U de captura de carbono para industrias siderúrgicas. Financiado por el programa Horizonte 2020 de la UE con 12,5 millones (el coste total es de 13,8 millones), en el proyecto participan ocho países europeos, Canadá, China y Estados Unidos. Incluye la demostración de dos tecnologías de captura de CO2 con sorbente sólido a alta temperatura y alta eficiencia energética para descarbonizar gas de alto horno y otros gases siderúrgicos. En la factoría de ArcelorMittal en Gijón se ensayará la tecnología de captura “Casoh”, mientras que en la planta siderúrgica de Lulea, en Suecia, se demostrará la tecnología “Displace”. En combinación, las dos tecnologías tendrán como objetivo eliminar el 90% de las emisiones totales de las plantas siderúrgicas. El proyecto C4U no se limita a demostrar tecnologías de captura. Tiene un enfoque holístico que incluye los diseños para integrar a gran escala las tecnologías en plantas industriales de ArcelorMittal; el análisis de la viabilidad y seguridad de las infraestructuras de transporte y almacenamiento de CO2, y una exploración a nivel social, comercial y político de lo que supondría la aplicación de estas tecnologías de captura, transporte y almacenamiento de CO2 en el clúster industrial del Puerto del Mar del Norte, en Bélgica.

Tecnología de transición. El proyecto C4U parte de que el objetivo de cero emisiones netas de CO2 para 2030 no podrá cumplirse sin reducir las emisiones de las industrias siderúrgicas y que hay que explorar diferentes vías. “Las tecnologías de captura de CO2 en la siderurgia tienen que ser vistas como tecnologías de transición. El futuro pasa por la utilización de hidrógeno renovable, pero a un coste razonable. La transición podría durar varias décadas y si al final se impone el acero verde las tecnologías de captura podrían seguir teniendo otras aplicaciones”, señaló Juan Carlos Abanades, que anteriormente lideró el equipo que patentó el sistema de captura de CO2 aplicado en la térmica de carbón de Hunosa en Mieres.

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