I Foro de la Empresa Familiar Asturiana

La familia como refugio en las crisis

Patricia Riberas (Gestamp), Maite Marín (Mas Camarena) y Luis Fernández-Vega resaltan los valores aprendidos en casa

Por la izquierda, Juan Manuel Ballesteros, Patricia Riberas, Maite Marín y Luis Fernández-Vega. | Irma Collín

Por la izquierda, Juan Manuel Ballesteros, Patricia Riberas, Maite Marín y Luis Fernández-Vega. | Irma Collín / Nombre APELLIDOYago González

Yago González

A la familia Fernández-Vega, como muchas otras familias españolas, le gusta el fútbol (son oviedistas acérrimos). Pero ha habido ocasiones en que la vocación médica ha sido mayor que la futbolística. "Me acuerdo de estar en casa de pequeño y que mi padre, en lugar de ponernos un partido en la televisión, nos ponía el vídeo de una cirugía de cataratas", relató ayer Luis Fernández-Vega durante la mesa-coloquio "Cómo crecer en entornos complejos y dinámicos", que compartió con Patricia Riberas, directora de Transformación de la compañía de componentes de automóviles Gestamp; y Maite Marín, directora del complejo educativo Mas Camarena, en Valencia. El encuentro fue moderado por Juan Manuel Ballesteros, de Banco Santander.

Con ese ejemplo, el oftalmólogo, miembro de la quinta generación del Instituto Fernández-Vega, remarcó que en su casa se le inculcó desde siempre "el amor por la profesión". Una reflexión que traslada al terreno laboral: "Los valores de la familia y la compañía se pueden combinar, de modo que, si tienes alguna duda profesional, los primeros te pueden ayudar a resolver problemas". En su caso, los Fernández-Vega aplican desde hace décadas una fórmula llamada "cicacoa", contracción de "ciencia, cariño, comprensión y ánimo", que acuñó el patriarca de la tercera generación, Luis Fernández-Vega Diego, y a la que su nieto quiere añadir la "t" de "tecnología".

"Cuando tienes dudas profesionales, los valores de la familia pueden ayudarte"

Luis Fernández-Vega - Oftalmólogo del Instituto Fernández-Vega

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El aprendizaje de los mayores es algo que también resaltó Maite Marín: "Recuerdo, cuando yo era pequeña, acompañar a mi padre muchas veces a sus reuniones profesionales. Él me decía: "Siéntate ahí, escucha y aprende". Del mismo modo, Marín quiere trasladar lo que aprendió de su padre, "un hombre tremendamente innovador", a los que en el futuro asuman la dirección del complejo educativo Mas Camarena, un centro privado valenciano que "apuesta por el bilingüismo, la internacionalización y el deporte de élite". Marín aseguró que trabaja "con la materia prima más delicada del mundo: los niños. Eso significa que no nos podemos equivocar con las innovaciones".

La empresaria aseguró que "la educación ha cambiado mucho y tiene que seguir cambiando", pero que debe transmitirse la esencia del negocio: "Me gustaría dejar el legado de mis padres a las siguientes generaciones".

"Siempre merece la pena tomar decisiones valientes, aunque por supuesto con cabeza"

Patricia Riberas - Directora de Transformación y Organización de Gestamp

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A pesar de su juventud, como parte de la tercera generación de la familia que fundó Gonvarri en los años 50, Patricia Riberas ya tiene derecho a "pelearse con los directivos de Gestamp". Riberas resume así su labor como responsable de Transformación de la compañía: "Me dedico a ser ese Pepito Grillo que ayuda a recordar a los directivos que piensen en el futuro y que el día a día no les coma". Un trabajo que, según reconoció, es "bastante divertido".

Esa diversión debe acompañarse de valentía. "Recuerdo cuando en 2009 yo acababa de empezar la universidad. Mi padre estaba destrozado por la situación económica tan adversa. Sin embargo, al año siguiente compró dos empresas del tamaño de Gestamp", relató Riberas, que opina que los directivos empresariales deben conservar ese arrojo. "El vehículo eléctrico está en plena ebullición, y llevamos años invirtiendo 900 o 1.000 millones de euros al año en él, pero ahora mismo la incertidumbre es máxima. ¿Debemos mantener la apuesta? Yo creo que siempre merece la pena ser valiente, aunque lógicamente utilizando la cabeza", aconsejó.

"Me gustaría legar lo que he aprendido de mis padres a las nuevas generaciones"

Maite Marín - Directora del Complejo Educativo Mas Camarena

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Dado que la empresa familiar puede ser fuente de conflictos, viene bien repartirse las funciones. En el caso del Instituto Fernández-Vega, ese reparto es muy concreto: "Cada miembro de la quinta generación se dedica a una parte del ojo. No competimos entre nosotros: el ojo mide 23 milímetros y cada uno de nosotros hacemos cinco milímetros".