Batalla en la CSI, con apertura de expedientes y denuncias de persecución

Los órganos de dirección están paralizados y los críticos hablan de un "golpe de estado"

P. C.

Batalla en el seno de la Corriente Sindical de Izquierda (CSI), una de las principales organizaciones sindicales de Asturias. La dirección ha abierto expedientes sancionadores a varios miembros del sindicato "tras los sucesos lamentables en las últimas asambleas y órganos de dirección" que van más allá de "debates más o menos acalorados" y ha paralizado la actividad de esos órganos de dirección hasta que finalice el proceso de expedientes. Un grupo de 25 afiliados y responsables de secciones sindicales de la CSI, críticos con la actual ejecutiva, ha calificado la decisión de "golpe de estado". Denuncian un "cierre sindical" y "una persecución irracional de compañeros sin justificación alguna".

La ejecutiva de la CSI ha anunciado a sus afiliados que va a actuar "de forma firme y contundente" para asegurar que "todos los afiliados puedan hablar, opinar y decidir en libertad sin que nadie les coarte mediante golpes, amenazas e insultos". Por ello ha abierto expedientes sancionadores a afiliados que considera que han "traspasado determinadas lineas de convivencia" y ha decidido suspender las reuniones de los órganos de dirección hasta que finalicen los procesos disciplinarios.

Un grupo de 25 afiliados y responsables de secciones sindicales de la CSI en diferentes empresas como ArcelorMittal, Hunosa, Konecta, Urbaser o el ERA, han calificado como "golpe de estado" la decisión de la ejecutiva. Niegan su autoridad "para clausurar la vida del sindicato" y han reclamado al secretario general de la CSI la anulación de lo decretado. Además, el grupo denuncia "la persecución irracional de compañeros sin justificación alguna" y exige "el inmediato cierre de cuantos expedientes arbitrarios se hayan abierto o se pretendan abrir al respecto".

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