La inflación sube una décima, hasta el 5,8%, y quiebra cinco meses a la baja

El alza interanual se produce pese al descenso de tres décimas respecto a diciembre | El IPC subyacente escala 0,5 puntos, hasta el 7,5%

Precios de los alimentos

Precios de los alimentos

El índice general de precios de consumo (IPC) se redujo en enero en tres décimas respecto a diciembre, pero en tasa interanual subió una décima: del 5,7% al 5,8%. Un año antes, en enero de 2022 –el mes con el que se establece la comparación de la tasa interanual–, la inflación se había contraído en cuatro décimas en tasa mensual, una más de lo que cayó el mes pasado, según el dato provisional avanzado ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

El peor dato es el de la inflación subyacente (la que no recoge los precios de la energía y de los alimentos frescos y sin elaborar), dado que remontó 5 décimas en enero y se situó en el 7,5%, la más alta desde diciembre de 1986 y 1,7 puntos superior al índice general.

Con ello, la inflación subyacente o básica suma dos meses consecutivos por encima de la inflación general, lo que se atribuye a que el conjunto de los bienes y servicios aún están registrando la repercusión demorada del importante alza de costes energéticos y de materias primas que se produjo meses atrás, caso de los energéticos, lo que llevó en julio a una inflación general del 10,8% (máximo desde septiembre de 1984) mientras que la subyacente, que evoluciona con retardo y subía con más lentitud, se situó entonces en el 6,1%.

El ascenso interanual de una décima en la inflación general, con la subida del 5,7% al 5,8% pese a que bajó tres décimas respecto al mes precedente, es el primer repunte que experimenta este índice tras cinco meses seguidos de descenso.

Este incremento se produce por el efecto estadístico en relación a enero de 2022 y por tres modificaciones recientes. Una es la supresión desde el 1 de enero de la bonificación estatal de 20 céntimos por litro de carburante que adoptó el Gobierno en 2022 para contener precisamente el alza de los costes energéticos. El alza de los carburantes es una razones apuntadas por el INE para explicar el alza inflacionario. A ello se sumó que la campaña de rebajas en el comercio fue menos brillante que un año antes en sus ofertas de descuentos. Por esta razón, y por la repercusión de los costes de las materias primas, el descenso de los precios del vestido y el calzado fue menor este enero que en el anterior. Y otra razón es que el INE ha modificado la metodología de cálculo, por lo que los datos no son exactamente homogéneos y comparables con los del año pasado.

Una de estas modificaciones es la muy demandada inclusión de los precios de las tarifas de la electricidad y el gas en el mercado libre. A diferencia del resto de países, el INE calculaba hasta ahora el coste de ambas energías solo con los precios de los contratos regulados, a las que están adscritos solo una parte de los consumidores. Ambas tarifas subieron el año pasado de modo intenso por el alza internacional del coste del gas y el carbón, lo que disparó el IPC, que no se vio atenuado con las tarifas en el mercado libre (más estables, dado que se suelen revisar anualmente) porque no estaban incluidas.

Ahora, las tarifas reguladas están bajando por el menor coste internacional de la energía, pero esta mejora no se repercute totalmente en el índice general del IPC porque se han empezado a incluir los tarifas del mercado libre, que ahora sí están subiendo al producirse las revisiones anuales como consecuencia de los incrementos de costes que sufrieron las compañías energéticas el año pasado. Por consiguiente, la bajada del precio de la energía podría haber sido estadísticamente más acusado de haberse mantenido el método de cálculo anterior. Aun así, con la nueva metodología –que es más representativa y fiel a la real– la bajada de los precios de la electricidad fue mayor que un año antes.

La reducción del IVA en los alimentos no ha sido suficiente para compensar el resto de los factores.

España sigue siendo, no obstante, el país con menor inflación de la UE, según los últimos datos disponibles, aunque es el país que más está creciendo de entre las grandes economías. Los datos por regiones no se conocerán hasta dentro de dos semanas. Asturias cerró diciembre con un IPC del 5,8%, una décima más que el promedio español. Entre mayo y noviembre la inflación asturiana se había mantenido siempre por encima del promedio nacional.

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