El secretario general de UGT, el asturiano Pepe Álvarez, advirtió ayer de que 2023 "será un año de alta conflictividad laboral" si la patronal CEOE "no se sienta a acordar con nosotros la actualización de los convenios colectivos". Patronal y sindicatos mantuvieron un encuentro el miércoles en Madrid, y se han citado de nuevo para la primera quincena de abril. Las centrales sindicales proponen una subida salarial del 13,25 % para el período 2022-2025, así como un cambio de la cláusula de garantía salarial que tenga en cuenta, además de la inflación, los beneficios empresariales.
"La reunión de ayer [por el miércoles] fue profundamente decepcionante, porque la patronal llevaba no sé cuántos días diciendo que tenían propuestas, y no puso ninguna sobre la mesa", reprochó Álvarez, que presidió ayer en Pruvia la asamblea de delegados de UGT en Asturias. "No nos vamos a conformar con que los convenios colectivos sigan perdiendo poder adquisitivo cuando los beneficios empresariales se multiplican hasta el infinito", advirtió el líder sindical.
Álvarez también criticó a la patronal y a los "poderes económicos" por oponerse a la reforma de las pensiones: "Lo que les molesta es que es un acuerdo que garantiza las pensiones para los jóvenes de hoy". A su juicio, el nuevo sistema incluye "un aumento de las cotizaciones muy gradual y muy razonable desde el punto de vista de la competitividad".
El presidente del Principado, Adrián Barbón, afirmó en su discurso de cierre del acto que existen dos vías: "Subir la base máxima de cotización a los salarios más altos o, al contrario, tolerar que las personas jubiladas pierdan poder adquisitivo. A mí no me cabe duda de cuál es el modelo que prefieren los 300.000 pensionistas asturianos".