Entrevista | Pablo de Andrés Economista asturiano, catedrático de Finanzas de la Universidad Autónoma de Madrid

"El sector financiero padece de un exceso de regulación"

"Las cajas de ahorros han sido una de las grandes pérdidas de este país, porque permitieron progresar a mucha gente humilde"

Pablo de Andrés, en la plaza del Fresno, Oviedo.

Pablo de Andrés, en la plaza del Fresno, Oviedo. / IRMA COLLIN

Yago González

Yago González

Al economista Pablo de Andrés Alonso (Luarca, 1968) le hace especial ilusión fotografiarse en la plaza del Fresno (antigua plaza de La Gesta), en Oviedo. "Este es el barrio en el que crecí", dice con una sonrisa. Educado en el colegio Los Robles, De Andrés se marchó a los 18 años a la Universidad de Valladolid, donde se licenció en Ciencias Económicas. Allí también obtuvo su tesis doctoral y se convirtió en profesor de Finanzas. En 2009 hizo una estancia académica en Harvard (Estados Unidos), y en 2011 se convirtió en catedrático de la Universidad Autónoma de Madrid. El asturiano está de año sabático, lo cual no significa vacaciones, sino que no está obligado a dar clase, pero debe hacer labores de investigación en su campo. En el primer cuatrimestre estuvo en la prestigiosa London School of Economics, y desde febrero se encuentra en la Universidad de Oviedo, profundizando en el estudio de vías alternativas de financiación como el "crowdfunding" o las criptomonedas. En pocos días se marchará a la Universidad de Palermo (Sicilia), donde estará investigando durante un mes.

–¿Cuáles son los temas principales de su labor investigadora?

–Casi toda mi vida la he dedicado a estudiar el gobierno corporativo tanto de empresas financieras como no financieras. He dirigido varias tesis sobre ese tema. En realidad, la mayor parte de mi trayectoria la he dedicado a dirigir tesis, buena parte de mi vocación es formar a la gente.

–Usted ha estudiado el caso de las cajas de ahorros.

–Sí, ese ha sido un trabajo muy en profundidad que no hemos podido publicar hasta hace poco. Hemos analizado la presencia de políticos en los consejos de las cajas. No solo políticos en el sentido literal y comúnmente aceptado, sino políticos "disfrazados" que no están controlados por la Administración, pero que, mediante candidaturas políticas, concurrían a las elecciones con las que los depositantes elegían a sus representantes. Las elecciones se politizaban.

–Tras lo sucedido en la crisis financiera, lo más probable es que las cajas no regresen, ¿no?

–Quitando las evidentes pérdidas humanas, para mí esa ha sido una de las grandes pérdidas de este país. Las cajas de ahorros han permitido progresar a cientos de miles de personas con pocos recursos. Pero hubo una muy mala gestión debido a varios factores: la excesiva politización, la desmedida expansión territorial, la aquiescencia del Banco de España en la supervisión de todo el negocio inmobiliario... Esto parece ya algo remoto de lo que no se habla, pero ha sido una de las grandes pérdidas de nuestra historia reciente.

–¿Cómo ve actualmente el panorama financiero?

–Uno de los problemas es que hay una sobrerregulación. Si ahora quiebra un banco en España o en la Unión Europea, es imposible no echar parte de la culpa al regulador, porque éste es el que tiene toda la información e inspectores de forma permanente en los bancos, habilitándoles incluso oficinas para que informen al consejo de administración. Es decir, se quiere sobrerregular para evitar problemas, pero si éstos surgen, el regulador se hace partícipe. No pueden decir que no sabían nada.

–¿Qué opina de las recientes quiebras en Estados Unidos?

–En el caso de Silicon Valley Bank había una gestión muy ingenua, porque básicamente lo que hace un banco es equilibrar activos y pasivos, y ellos no hacían ninguna actividad crediticia, sino que captaban depósitos de empresas y capital riesgo y los invertían en bonos públicos. Es decir, no diversificaban y, por lo tanto, no había equilibrio. Al subirse los tipos de interés, el valor de los bonos cayó y la gente retiró sus depósitos.

–El mundo de las criptomonedas, que usted investiga, también ha sufrido quiebras recientes.

–Es un mundo vaporoso porque es muy nuevo, producto de la revolución digital, que es un fenómeno que no tiene más de 12 años. De fondo se basa en un cierto pensamiento que afirma que las multitudes son más sabias que los individuos aislados. En este ambiente es donde surge "bitcoin", cuyo gran mérito es el "blockchain", un algoritmo criptográfico que hace más seguros nuestros registros. Pero, ¿"bitcoin" es realmente una moneda o es algo más? Uno no está dispuesto a pagar o cobrar en una moneda cuyo valor puede cambiar al día siguiente un 20%. El "bitcoin" se define mucho mejor como un activo especulativo que ha traído una tecnología muy interesante y que nos permite utilizar el ámbito digital en toda su amplitud. Después han surgido otras criptomonedas como "ethereum", que tiene detrás una fundación con mucho negocio. Y están a punto de emitirse las "central bank digital currencies", que ya tienen respaldo legal. Creo que éstas van a potenciar las criptomonedas y hacerlas menos especulativas, generando un mercado más sensato y equilibrado. Aunque, hoy por hoy, es el Salvaje Oeste.

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