Viajes

HomeExchange, el intercambio de casas coge fama en Aragón

En la comunidad, 435 familias ya viajan por el mundo a través del intercambio de hogares

HomeExchange, el intercambio de casas por el mundo.

HomeExchange, el intercambio de casas por el mundo. / HOMEEXCHANGE

Judit Macarro

Los intercambios están de moda. De parejas, de ropa, de libros… y ahora, en una especie versión de Tú a Londres y yo a California, ofrecer tu casa para disfrutar una semana de vacaciones en la de otro, parece estar cogiendo cada vez más fama en Aragón. Porque, en la provincia son 435 familias las que se han unido a HomeExchange, una forma económica de viajar por el mundo mediante el intercambio de casas, y las visitas a Zaragoza han aumentado un 9%, con respecto al verano pasado, por parte de los usuarios que buscan vivienda para las vacaciones.

Pero, ¿de dónde viene esta moda de cambiar casas para las vacaciones? Hace ya 30 años que una empresa americana, formada por un grupo de profesores que buscaban realizar intercambios de forma más económica, creó este tipo de experiencia para viajar por el mundo. Al principio, "como no existía Internet, se realizaba mediante un catálogo por correo donde se ofertaban las casas", explica Pilar Manrique, portavoz de HomeExchange en España.

Una vez apareció Internet, y la manera de comunicarnos por el mundo se hizo más fluida, los intercambios de casas se fueron conociendo más. "Cuando realmente se hizo tendencia fue con una empresa francesa, que inventó el sistema de puntos para el intercambio entre los usuarios y compró la empresa americana en 2008", menciona la portavoz.

Con esta fusión franco americana nació HomeExchange, una plataforma de registro gratuito en la que los usuarios enseñan sus casas para cambiar durante un fin de semana, una semana, o incluso un mes. Una experiencia muy económica para los viajeros, porque con "una tarifa plana de 160 € anuales se tienen disponibles todos los intercambios que se deseen, además de un servicio de seguro de cancelación y posibles daños que pueda sufrir la vivienda", señala Manrique.

El único requisito para participar es ofrecer una casa. Y no valen trampas, porque desde la empresa se aseguran de que cada una de las ofertas sean reales, "llevamos a cabo una verificación de los perfiles, la identidad de los miembros, que las imágenes correspondan con una vivienda real...", asegura la trabajadora, porque para la empresa "todo se basa en la confianza".

Una vez registrado el perfil y publicada la vivienda, el usuario puede comenzar a buscar el destino al que le gustaría viajar. "Funciona como en cualquier página de viajes, hay un buscador donde pones el lugar de viaje, el número de personas y la fecha en la que quieres ir", explica Manrique.

Sobre los intercambios, la portavoz menciona que hay dos tipos: el recíproco, "en el que los usuarios intercambian sus casas, que no tiene por qué ser a la vez", y el no recíproco en la que "el usuario vaya a la casa de otro, pero este no viaje a la suya".

En el caso de que se elija el intercambio no recíproco, es necesario utilizar el nuevo sistema de puntos, denominado GuestPoints. A cada vivienda registrada se le pone un valor de puntos por noche de estancia, dependiendo de sus características (si tiene terraza, jardín, el número de habitaciones), "aunque cada familia puede aumentar 30 puntos más la vivienda si lo considera, o incluso hacer el intercambio entre ellos a cero".

Pero, que no cunda el pánico, porque los puntos son totalmente gratuitos. Y, ¿cómo se consiguen? "La forma de conseguir los GuestPoints, además de los que se reciben al registrarse, es mediante el intercambio", asegura la portavoz. Es decir, cuantas más visitas tiene una casa, más puntos para viajar recibe y más opciones tiene.

Una pequeña comunidad

Lorena y Juan son un matrimonio que, junto con su perrito, hace cinco años probaron esta forma de viajar. Y, desde que lo probaron, no han cambiado. "A nosotros nos viene muy bien, porque ahorramos en costes y además, como tenemos mascota, es más cómodo a la hora de irnos de vacaciones", explica Lorena. Esta pequeña familia de tres ya ha viajado por toda España y algunas zonas de Francia durante este tiempo, "nuestro primer intercambio fue a un pueblo de Burgos" menciona la mujer.

Lo que más les gusta de este sistema es "lo amable que es la gente". Porque en HomeExchange son una pequeña comunidad (aunque cada vez menos) que ha creado hasta costumbres: "siempre que viene alguien a casa nos trae cosas típicas de su tierra, como una especie de regalo por acogernos y nosotros les dejamos también cosas de aquí, como vino o aceite".

Casita de Juan y Lorena en Zaragoza.

Casita de Juan y Lorena en Zaragoza. / HOMEEXCHANGE

Aunque ellos, no son los únicos que están encantados con su nueva forma de viajar por el mundo. Emma y su marido viajan con la plataforma desde 2013, "tenemos tres hijos y es la mejor manera de irnos de vacaciones, porque es una forma muy adecuada a nuestro estilo de vida". Y, es que, el viajar con los pequeños supone cargar con cunas, juguetes o volver al hotel cuando están cansados... "Algo que no es un problema al viajar a una casa que elegimos adecuándose a nuestras necesidades, es perfecto", asegura la mujer.

Lo más enriquecedor de la experiencia para Emma es "la filosofía que aprenden los niños", ya que "el no ir a un hotel donde nos lo dan todo hecho y aprender a respetar las cosas de los demás". Además, otra de las partes que más disfrutan es el viajar de imprevisto, "muchas veces nos escriben para hacer intercambios a lugares que no teníamos pensado ir", algo que para ella "es genial porque así vemos sitios que de otra manera nunca visitaríamos".

Sobre los que deciden pasar las vacaciones en Zaragoza, Emma asegura que "hay mucha demanda, sobre todo para finde semana". Y, es que, la visitas que reciben en su hogar son "desde gente que viene tiene ganas de conocer la ciudad, otros solo vienen de paso para llegar a otros destinos y los hay hasta que vienen de propio a disfrutar las fiestas del Pilar". En cuanto a la procedencia de los usuarios, no solo son españoles, sino que "viene mucha gente de Europa, sobre todo de Francia, Italia y Portugal", señala la mujer.

Por lo que parece, los intercambios están de moda. Sobre todo si te aseguras de que, como a Elena, "los que vienen me riegan las plantas".