Conflicto en Oriente Próximo

La economía mundial teme que la guerra en Israel eleve el petróleo a los 100 dólares o más

La directora gerente del fondo, Kristalina Georgieva, ha lamentado que el verdadero precio del conflicto lo paguen "los civiles inocentes"

Kristalina Georgieva.

Kristalina Georgieva. / EFE

Rosa María Sánchez

Es "demasiado pronto" para estimar cuál puede ser el impacto que la guerra entre Israel y el territorio palestino de Gaza pueda ocasionar en la economía mundial, pero lo que es indiscutible es que el conflicto añade "una nueva nube en el no muy soleado horizonte de la economía global. Una nueva nube oscureciendo ese horizonte que, por supuesto, no era no lo más necesario". Así ha expresado su preocupación por la economía mundial la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI)Kristalina Georgieva, este jueves, en una rueda de prensa en el marco de la asamblea anual que este organismo celebra en Marrakech.

La economía mundial teme por el riesgo de un petróleo que camine a los 100 dólares o más

Tras dejar claro que el verdadero precio del conflicto lo pagan "los civiles inocentes" que están perdiendo sus vidas, Georgieva ha explicado que el organismo internacional está siguiendo "muy de cerca" cómo evoluciona la situación y cómo ello está afectando, especialmente, a los mercados del petróleo. "Es demasiado pronto" para extraer conclusiones, "hemos visto altibajos" en los precios del petróleo, "lo seguiremos muy de cerca", ha resumido la directora gerente del FMI.

"Vemos aumentos en los precios de la energía y del petróleo. Lo hemos visto en crisis y conflictos anteriores. Y, por supuesto, esto refleja el riesgo potencial de que pueda haber una interrupción en la producción o el transporte de petróleo en la región", señaló este martes el economista jefe del FMI, Pierre-Olivier Gourinchas. De momento, estimaciones preliminares del Fondo Monetario Internacional apuntan a que una subida del 10% del petróleo es capaz de restar 0,15 puntos al crecimiento mundial de la economía y puede añadir 0,4 puntos a la inflaciónmundial. "Esto da un orden aproximado de magnitud de cuáles podrían ser los efectos, pero insistimos en que es demasiado pronto para llegar a una conclusión precipitada", advirtió Gourinchas.

El bolsillo ciudadano

"En un escenario adverso en el que una escalada del conflicto palestino-israelí a nivel regional se tradujera en unos precios del petróleo que superaran de forma sostenida los 100 dólares por barril, aumentaría la preocupación por las perspectivas mundiales de inflación y la respuesta de los bancos centrales", señala en un comentario para inversores Thomas Gillet, analista de Scope Ratings.

En definitiva, las consecuencias llegarían al bolsillo de los ciudadanos no solo en forma de carburantes más caros para sus vehículos, de un gas más costoso para sus calefacciones y de unos precios más elevados de la electricidad. Los efectos sobre la inflación se podrían traducir en tipos de interés elevados por un periodo de tiempo más largo de lo que cabía esperar hasta ahora. Y todo ello podría a acabar afectando al crecimiento, a la creación de empleo y a la recuperación en marcha de la economía.

Primeros altibajos en los precios

Hasta ahora, lo que se ha visto en los mercados del petróleo después de la guerra declarada entre Israel y Gaza el pasado 7 de octubre, es una primera subida del 4,35% en la cotización del barril de Brent (hasta los 88,26 dólares) que se ha ido corrigiendo parcialmente en días posteriores, si bien este jueves experimenta un nuevo repunte que le acerca a los 87 dólares.

El repunte del precio del petróleo de este jueves se ha producido el mismo día en que el presidente de Irán, Ebrahim Raisí, y el primer ministro de Arabia Saudí, el príncipe heredero Mohamed bin Salmán, han subrayado la "unidad islámica" ante la guerra en Gaza. Y es que la extensión del conflicto más allá de las fronteras de Israel es la verdadera amenaza que pende sobre la economía global.

Riesgo de extensión del conflicto

Ni Israel, ni Gaza son productores de petróleo ni sus respectivas economías tienen un peso sistémico sobre la economía global (el comercio bilateral con España se sitúa en los 3.000 millones de euros). "La principal amenaza es una conflagración regional, con el riesgo de una guerra entre Irán e Israel que se avecina, con repercusiones de gran alcance", advierte el jefe de inversiones de Edmond de Rothschild, Benjamin Melman. "Irán no sólo es un importante productor de petróleo, sino que también tiene capacidad para bloquear el Estrecho de Ormuz, como ya ha hecho en el pasado y, puede destruir fácilmente los yacimientos petrolíferos vecinos", recuerda este analista.

Después del mes de junio, el barril del petróleo encajó una subida en el entorno del 30% que lo elevó hasta cerca de los 97 dólares a finales de septiembre, reavivando la preocupación por la inflación en todo el mundo. Las gasolinas, en España, encadenaron hasta septiembre doce semanas consecutivas de subidas. Después el crudo emprendió una senda de corrección -hasta los 84,25 dólares el día previo al estallido de la guerra- que ha podido quedar definitivamente truncada por la guerra entre Israel y Gaza.

Una implicación de Irán podría restar los casi 700.000 barriles por día que han incrementado la producción de crudo iraní este año gracias a unas mejores relaciones con EEUU. Además, "es posible que ahora Arabia Saudí no se abra al esperado aumento de la producción de petróleo en enero", teme el analista François Rimeu, estratega senior de La Française AM.

"Todas las guerras son inflacionistas"

Como se ha visto -y se sigue viendo- tras la invasión rusa de Ucrania, "siempre vale la pena recordar que una guerra es, por su propia naturaleza, inflacionista", y la mayoría de las veces se traduce en un aumento de los precios de las materias primas, advierte el analista Rimeu. Y todo ello "podría dificultar aún más la misión de los bancos centrales", añade. El director de inversiones de ABRD, Maximilian Macmillan, abunda en este último punto: "La subida del petróleo y la posibilidad de que se mantenga en niveles elevados puede alterar la dirección prevista de la política monetaria, en una dirección de línea dura", que acabe alargando la etapa de elevados tipos de interés.

Daño a la inversión

Y no son esos los únicos efectos. "El ataque terrorista a Israel sólo va a agudizar la competencia estratégica entre EE.UU. y China y la división del mundo en dos bloques", lamenta Alicia García Herrero, economista jefe de Natixis para Asia-Pacífico y una de las mayores expertas españolas en la zona. "Las consecuencias para la inversión serán enormes porque cada vez más se focalizará en uno de los polos. En resumen, Israel empujará aún más una bifurcación de la economía global en dos grandes ecosistemas”, advierte García Herrero.