El presidente de Femetal alerta de que Asturias no aproveche los fondos de Transición Justa

Fernández-Escandón ve un obstáculo en el tamaño de las empresas | Para Fundyser y Atox ser pyme aporta visión global al gestor y rapidez de respuesta

La Asturias que Funciona analiza el metal como sector para el emprendimiento en Asturias

VÍDEO: Amor Domínguez/ FOTO: Irma Collín

Femetal, la patronal metalúrgica asturiana, está trabajando con la Consejería de Transición Ecológica, Industria y Desarrollo Económico del Principado para facilitar el acceso de las pymes y micropymes (que suponen el 96% del censo empresarial del metal) al Fondo de Transición Justa, que ha destinado a Asturias 263 millones en su condición de región muy afectada por la transición energética. Se trata deasegurar que esos recursos no se pierdan, señaló ayer Antonio Fernández-Escandón, presidente de Femetal, durante la tercera sesión de las décimas jornadas "La Asturias que funciona", organizadas por LA NUEVA ESPAÑA y la Facultad de Economía y Empresa de la Universidad de Oviedo con el patrocinio de Unicaja Banco, Asturex, Fade, Femetal, Cámara de Oviedo y el Colegio de Economistas de Asturias.

"El 81% del Fondo de Transición Justa (213 millones) se destinan a la industria, y el 70% de esta cuantía (149 millones) es para las pymes. Sería una lástima que no se aprovecharan esos recursos por dificultad de acceso de las pequeñas empresas", argumentó Fernández-Escandón. A juicio del dirigente de Femetal, la pequeña dimensión de las empresas es uno de los inconvenientes del sector: el 96% son microempresas con menos de 10 trabajadores, un predominio muy superior a la media española, que a su vez también es más acusada que la europea, señaló. Este rasgo estructural se está intentando compensar, afirmó, tratando de incorporar estas sociedades de menor dimensión, y que suman el 32% del empleo metalúrgico asturiano, a las cadenas de valor a través del Clúster MetalIndustry4.

La escasez de personal adecuado, la necesidad de ofrecer formación para el empleo y la conveniencia de que haya ayudas fiscales para facilitar la incorporación de la investigación, desarrollo e innovación son otras de las dificultades que a su juicio afronta la industria metalúrgica regional, un sector con cerca de 25.000 trabajadores, que aporta el 11% del PIB asturiano y el 60% de las exportaciones regionales y que suma una cifra de negocio de 7.200 millones.

La escasa dimensión promedio de las compañías asturianas en general –y en particular del sector metalúrgico, que concentra el 32% de la industria de la comunidad– tiene sin embargo sus ventajas a juicio de algunas de estas sociedades.

Victoria Villegas, socia directora de la compañía familiar gijonesa Fundyser, con 48 trabajadores y eminentemente exportadora, expresó que su empresa "se siente cómoda" con su actual tamaño de plantilla ("Da respeto sobrepasar la cifra de 50", señaló) y que ser pyme (pequeña y mediana empresa) permite al gestor, "con el apoyo del equipo y de las distintas áreas de la compañía, tener una visión de 360 grados" del negocio, mientras que en los grandes grupos es más difícil disponer de esa misma perspectiva integral en tiempo real porque "la gestión está mucho más compartimentada en departamentos, a veces con poca interrelación entre sí, y en el que el gestor puede tener por ello una visión demasiado focal". "Cuando conoces bien la empresa se detectan mucho mejor los problemas", argumentó.

A su juicio, "un gestor tiene que poseer un conocimiento exhaustivo de la empresa, tener contento al personal para que actúe como un verdadero equipo, pararse a reflexionar al menos una vez al año para fijar objetivos, no dejarse llevar por la inercia y tener siempre la mente inquieta".

La socia directora de Funyser, que funde metal para hacer piezas de 4,5 kilos a 4,8 toneladas que forman parte de equipos para el sector hidroenergético, naval y de defensa, cree que "es un error confiarse y relajarse porque todo lo que no está en proceso de mejora continua y se estanca, decrece". "Y si solo nos preocupamos del resultado económico es probable que éste empiece a caer", señaló Villegas, quien abogó por "tener siempre la mente inquieta".

Fernando Sáenz, consejero delegado y copropietario de la compañía Atox Sistemas de Almacenaje, de Gijón, sostuvo que la rapidez de respuesta ante cualquier imprevisto es "una de las ventajas de la pyme". Con más de 80 empleos y también muy internacionalizada, Atox, que nació como empresa familiar y desde hace dos años es propiedad de un equipo profesional, defiende el imperativo de la evolución constante. "Evolucionar es importantísimo. No te puedes quedar quieto. El éxito puede ser un velo que te nuble la vista. Y en el metal la competencia es muy intensa".

A juicio de Fernando Sáenz, el modo de competir es "subiendo la escala de valor, ajustándose a la demanda, añadiendo valor añadido e incorporando más carga tecnológica. Por la vía precio no se puede competir con los fabricantes de Asia y otros mercados". "Atox hace proyectos específicos para las necesidades de cada cliente y, más que productos, vende soluciones a medida", indicó.

Como Victoria Villegas, Fernando Sáez cree que "tener valores claros aportan un plus frente a la competencia", mientras que la presencia internacional en distintos mercados permite eludir el desfallecimiento económico de determinados países aprovechando la demanda existente en otros. "No puedes quedarte en un solo mercado", indicó.

El empresario, a su juicio, "está para crear: para crear empleo, crear riqueza y vender". Y quien "está arriba" en la empresa "tiene que escuchar a todo el mundo. Nadie puede hacer el trabajo solo. Sin un equipo no se va a ningún sitio". "Hay que tener objetivos claros, crear diferenciación para competir y formarse continuamente. Todos los días hay que aprender algo nuevo. Hay que hacer las cosas lo mejor posible y buscar la excelencia".

Villegas, de Fundyser, también esgrimió el factor crucial de "los valores en la empresa", "la excelencia del trabajo bien hecho", "la riqueza del valor de equipo", el "compromiso y responsabilidad" y la "necesidad de una actitud proactiva". Y, como Atox, dio valor a la capacidad de aprender y hacerse fuerte con los errores. Algún fallo imprevisto en un equipo fabricado por la compañía , tras haber superado todos los controles, puede fortalecer la empresa si se sabe reaccionar rápido, resolver el problema y dar una solución.

Antonio Fernández-Escandón apuntó al reto que entraña la descarbonización y la oportunidad que suponen los fondos europeos de Próxima Generación, al igual que las grandes posibilidades que permite la digitalización: "Es una gran oportunidad para el sector porque permite impulsar la fabricación conectada, con captura de datos en tiempo real, que permitirá tomar decisiones para mejorar la productividad".

En el mismo sentido, Fernando Sáenz sostuvo que la digitalización es "importantísima para tener información en tiempo real". Y Victoria Villegas enfatizó la relevancia de disponer de sistemas informáticos (las conocidas como ERP o planificación de recursos empresariales) que permite a las organizaciones gestionar las actividades empresariales diarias, como la contabilidad, el aprovisionamiento, la gestión de proyectos y de riesgos, y las operaciones de la cadena de suministro.

María del Mar Arenas Parra, directora del departamento de Economía Cuantitativa de la Universidad de Oviedo, moderó el coloquio.

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La cuarta sesión de las décimas jornadas "La Asturias que funciona" reúne esta mañana a las 12.30 horas en el salón de grados de la Facultad de Economía y Empresa a Abel Fernández decano presidente del Colegio Profesional de Economistas; María Blanco socia del área de Fiscalidad en Movilidad Internacional de RSB Tax Legal y Bárbara Conde directora de administración y finanzas de AVS Millenium Salud. Matías Mayor Fernández director del departamento de Economía Aplica presentará y moderará la sesión. bajo el título "El Colegio que acompaña tu talento". Las jornadas las organiza LA NUEVA ESPAÑA y la Universidad de Oviedo con el patrocinio de Unicaja Banco Asturex Fade Femetal Cámara de Oviedo y Colegio de Economistas de Asturias.