Política monetaria

La Reserva Federal de EEUU mantiene los tipos pero deja la puerta abierta a otra subida

La economía estadounidense no da señales de ralentizarse

Jerome Powell.

Jerome Powell.

Idoya Noain

La Reserva Federal de Estados Unidos ha cumplido con lo esperado y este miércoles ha dejado sin tocar los tipos de interés, aunque ha vuelto a dejar la puerta abierta a una futura subida para seguir combatiendo la inflación. De momento, no obstante, los tipos seguirán en una horquilla de entre el 5,25 y el 5,5%, su nivel más alto en 22 años.

Ahí se mantendrán por lo menos hasta el 13 de diciembre, fecha de la próxima decisión de la Fed, que tiene que dirimir cómo y cuándo actuar para tratar de ralentizar una economía que hasta ahora no ha cedido como tradicionalmente a las presiones de la política monetaria de tipos elevados y para contener la inflación.

"Queda mucho camino en el proceso de rebajar de forma sostenida la inflación hacia el 2%", la meta de la Fed, ha reconocido en rueda de prensa Jerome Powell, el presidente de la Fed. "Unos meses de buenos datos son solo el principio de lo que será necesario para ganar confianza de que la inflación baja de forma sostenida hacia nuestro objetivo", ha añadido.

Un motivo para la pausa

Parte de la pausa que se está tomando la Fed, cuya decisión llega seis días después de que el Banco Central Europeo también pisara el freno en sus subidas de tipos por primera vez en 15 meses, se debe a que finalmente el mercado de bonos del Tesoro en EEUU está reaccionando a su política monetaria. El precio de esos bonos a largo plazo se ha estado desplomando sobre todo en los dos últimos meses, lo que se ha traducido en una subida de los tipos de interés a largo plazo, algo que ha encarecido las hipotecas, los préstamos, los créditos para comprar un coche, los pagos de tarjetas de crédito o las inversiones empresariales.

Ese encarecimiento de momento no ha ralentizado notablemente la economía, pero si acaba dejándose sentir de forma más acentuada daría margen al banco central estadounidense para no tener que hacer más subidas, algo que Powell ya apuntó el mes pasado en una conferencia en Nueva YorkY en su comunicado de este miércoles la Fed explica que esas condiciones financieras y de crédito endurecidas para hogares y negocios "probablemente pesarán en la actividad económica, las contrataciones y la inflación" pero admite que "el alcance de esos efectos sigue siendo incierto".

En la rueda de prensa, Powell ha insistido en esa incertidumbre. Y ha recordado que "las condiciones endurecidas deben ser persistentes, algo que aún está por ver".

También es incierto el posible impacto que la guerra entre Israel y Hamas podrá tener en la economía y en la inflación. "No está claro en este momento si el conflicto en Medio Oriente va camino de tener efectos económicos significativos. Eso no significa que [el conflicto] no sea increíblemente importante" ha dicho Powell minimizando en este momento su potencial impacto en las decisiones de la Fed.

Crecimiento fuerte

La política de agresiva subida de tipos, que la Fed puso en marcha tras la pandemia y para combatir la inflación, hizo que en solo 18 meses estos pasaran de prácticamente cero a superar el 5% y alcanzar en julio su nivel actual. Normalmente algo así habría llevado a que se contenga el gasto y a despidos en empresas. Ahora, no obstante, la economía estadounidense no da señales de ralentizarse.

Desde junio la inflación se ha ralentizado notablemente y en la medida favorita de la Fed se redujo en septiembre al 3,4% respecto al pico de 7,1% en verano del año pasado. Ese descenso es algo que habitualmente sucede cuando la actividad económica se debilita, pero los datos del último trimestre de EEUU, publicados la semana pasada, muestran que no solo se debilita sino que se refuerza. Ese trimestre fue el quinto consecutivo de crecimiento, con un porcentaje anual de expansión de la economía del 4,9%, el ritmo más fuerte desde 2021. Y el mercado laboral, pese a algunas señales de enfriamiento, también sigue fuerte: la tasa de paro está en el 3,8% y ha habido 33 meses consecutivos de creación de empleo.

La pregunta clave

La pregunta clave es cómo dará respuesta la Fed a esta reacción de la economía. Abierta está la posibilidad de que haya una nueva subida de tipos este año -algo que la Fed había sugerido en su anterior reunión en septiembre, en la que ya pausó los incrementos-, o a principios de 2024, aunque Powell no ha dado ninguna pista del potencial momento en la rueda de prensa.

Tampoco lo hacía el comunicado de la Fed de este miércoles anunciando su decisión, adoptada por unanimidad. Pero no ha cambiado respecto el mensaje que ya se lanzó en septiembre ni una coma sobre el potencial de futuras subidas y sigue anunciando que están "preparados para ajustar la política monetaria como sea apropiado si emergen riesgos que puedan impedir alcanzar las metas" de máximo empleo e inflación.

Con la pausa en la decisión y el foco puesto en la potencial subida futura queda algo postergada otra pregunte clave para muchos analistas y para los mercados: cuándo podrán empezar a llegar las bajadas de tipos. Powell ha sido tajante al subrayar que la Fed "no está pensando sobre recortes de tipos ni hablando de eso en absoluto". El foco, según ha recordado, está puesto en asegurar que su política monetaria ayuda a reducir la inflación y en la siguiente pregunta clave: cuánto tiempo se mantendrán los tipos elevados una vez que hayan alcanzado su pico.