La alternativa que plantea ahora el Principado para que Arcelor ejecute su inversión de más de 1.000 millones

La incertidumbre sobre el precio del hidrógeno verde es uno de los factores que están provocando que ArcelorMittal no se decida a completar la inversión de 1.000 millones de euros para decarbonizar la cabecera siderúrgica de Gijón con una planta de reducción directa de mineral de hierro (DRI). Gobiernos y multinacional siderúrgica negocian alternativas y ayer la consejera de Transición Ecológica del Principado, Nieves Roqueñí, destacó que en el proyecto del DRI ya se contempla un periodo inicial de transición usando como reductor del mineral gas natural y no hidrógeno. "Ese gas natural se puede ir reverdeciendo", señaló Roqueñí apuntando la posibilidad de mezclar el gas natural con biogás o biometano obtenido a partir de residuos para reducir las emisiones.

Roqueñí hizo esa afirmación en la Junta General del Principado en respuesta a una pregunta del diputado de Foro Asturias Adrián Pumares en la que destacó que "sería necesario y muy importante permitir a ArcelorMittal basar su plan de descarbonización en el gas", visto que el hidrógeno es una tecnología "inmadura" y que esa otra opción permitiría además "aprovechar la regasificadora de El Musel".

Roqueñí respondió que "es verdad que el propio proyecto del DRI de Arcelor ya contempla una transición utilizando gas natural antes de tener el hidrógeno verde disponible y que, por lo tanto, el gas es un vector de transición más allá de la declaración que hizo la UE en su taxonomía". Sin embargo, Roqueñí no solo ve el gas natural como una opción a corto plazo. "Es muy importante que esa gas se vaya reverdeciendo y en ese sentido está empezando a haber muchos proyectos de biogás y biometano basados en residuos que permiten también que la utilización del gas como vector en procesos como la siderurgia estén exentos de emisiones de CO2", añadió.

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