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Arcelor invertirá 1.000 millones para rebajar emisiones a la mitad, pero perderá producción

La nueva planta de Gijón suministrará materia prima a la de Sestao, que será la primera sin CO2

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Oswaldo Suárez, Adrián Barbón, José Manuel Arias, Ana González, Pedro Sánchez, Lakshmi Mittal y Aditya Mittal, en la planta de Arcelor en Veriña. Juan Plaza

La siderurgia asturiana ya tiene un futuro verde. La cúpula de ArcelorMittal y el presidente Pedro Sánchez suscribieron ayer un acuerdo que contempla una inversión de 1.000 millones de euros, la mitad con ayudas públicas, para transformar la factoría de Gijón y reducir a la mitad las emisiones de CO2 de la multinacional en España en 2025.

El plan incluye el cierre del horno alto A y uno de los dos sinter en los que se prepara el mineral de hierro, la transformación de la acería de Veriña con un horno de arco eléctrico que le dará mayor capacidad de producción y la construcción de una nueva planta de reducción directa de mineral de hierro (tecnología DRI) que alimentará tanto al futuro horno eléctrico de Gijón como a los existentes en Sestao (Vizcaya) y que ayudará a sostener el empleo en Asturias. Además, la empresa intensificará sus recursos en I+D para apoyar el proyecto y lanzar otros nuevos que también beneficiarán a las plantas de acabado de producto asturianas. De momento el plan garantiza el futuro de la factoría de Gijón como fabricante de productos largos –carril y alambrón–, pero al eliminarse uno de los dos hornos altos, la capacidad conjunta de producción de acero de las plantas asturianas se reducirá en un 20% en 2025. La acería de Avilés tendrá menos suministro de arrabio para la producción de productos planos y esta situación coincidirá con un refuerzo de la fabricación en Sestao.

“Hoy empieza una nueva época”, señaló ayer Aditya Mittal, CEO de ArcelorMittal, en el complejo siderúrgico de Gijón. Allí, junto con su padre y presidente ejecutivo de la multinacional, Lakshmi Mittal, suscribieron una manifestación de interés con el Gobierno de España que contempla una inversión de 1.000 millones de euros en tecnologías de descarbonización que permitirá reducir las emisiones de CO2 de las plantas de ArcelorMittal en España en el horizonte de 2025 en hasta 4,8 millones de toneladas, lo que representa el 50%.

De los 1.000 millones, ArcelorMittal espera obtener un 50% de ayudas de fondos europeos, estatales y regionales. El máximo que permita a legislación española y europea.

El grueso de la inversión, unos 800 millones, se destinará a la construcción de una planta de reducción directa del mineral de hierro (DRI) con hidrógeno –aunque inicialmente utilizará gas natural– que contará con una capacidad de producción de 2,3 millones de toneladas anuales, que se complementará con un horno eléctrico híbrido –que utilizará los prerreducidos de hierro obtenidos en la planta DRI y chatarra– de 1,1 millones de toneladas de capacidad, 200.000 más que la actual acería de Gijón. Para el horno la inversión es de 130 millones porque aprovechará instalaciones de la actual acería.

La planta de DRI, que será la segunda de Europa, comenzará a construirse de inmediato y el horno de arco eléctrico entrará en producción antes del fin de 2025. En el futuro se utilizará hidrógeno verde para reducir el mineral y el horno se alimentará con electricidad procedente de renovables. Desde Arcelor se destacó que el apoyo de los Gobiernos nacional y autonómico es fundamental para acceder a hidrógeno verde suministrado a través de un consorcio de empresas que construirán las infraestructuras para producirlo mediante electrólisis solar y transportarlo directamente por tuberías. Se construirán parques solares a gran escala, con el hidrógeno producido in situ.

La planta de DRI de Gijón también abastecerá a la planta de Sestao, ubicada a 300 kilómetros de Gijón, cuyo proceso productivo ya se basa en la ruta de horno eléctrico. En 2025, la de Sestao será la primera acería en alcanzar cero emisiones de carbono en el mundo.

“Los proyectos permitirán a Asturias ser un polo de empleo cualificado”, dice Sánchez


El presidente del Gobierno defiende el estatuto para las empresas electrointensivas: “Era lo que nos pedía la industria, estabilidad”


La transformación que encara ArcelorMittal en Asturias ayudará, en palabras de Pedro Sánchez, presidente del Gobierno de España, a crear “puestos de trabajo de alta cualificación que convertirán a Asturias en un polo mundial de crecimiento sostenible e integrador, capaz de competir a nivel global y ofrecer un futuro esperanzador para las nuevas generaciones”. Lo señaló durante la visita exprés que hizo a Gijón para anunciar el acuerdo con la multinacional. Apenas estuvo dos horas en Asturias.

Sánchez detalló que la hoja de ruta diseñada por Arcelor para sus instalaciones regionales tendrá un “altísimo componente tecnológico” y, agregó, “da respuesta al reto de cómo descarbonizar nuestra economía. Arcelor ha presentado un proyecto formidable”.

Inmediatamente después resaltó el papel del acero para la economía y el efecto tractor que estas inversiones puedan tener para el resto de sectores productivos. “El plan es una ocasión histórica para adaptar nuestro tejido productivo al siglo XXI, uno que sea resiliente y que ayude a vertebrar la recuperación de los territorios”, aseguró. Puso el acento también en la apuesta por el hidrógeno verde, que el presidente del Gobierno considera que puede ser una de las principales bases sobre las que se asiente el futuro energético del país.

Durante su intervención en la presentación de esta hoja de ruta, Sánchez hizo una referencia a un asunto que ha levantado ampollas en la industria regional, el estatuto para los grandes consumidores de energía eléctrica. Una regulación que debía suponer una ayuda para que compañías como ArcelorMittal tuvieran rebajas en su factura de la luz, muy elevada en comparación con la que pagan sus competidores de Francia o de Alemania. “Con el estatuto del consumidor electrointensivo y las ayudas para el CO2 lo que le hemos proporcionado a la industria es justamente lo que nos pedía, seguridad y estabilidad”, indicó.

E insistió en varias ocasiones durante su discurso en que es esencial que la industria española se suba a la ola de la descarbonización. “El Gobierno apuesta por la industria española, y no habrá mejor garantía para alcanzar esa fortaleza que potenciar su competitividad, incorporando dos vectores transformadores cruciales como son la digitalización y la sostenibilidad”, señaló. A hacer ese tránsito más llevadero ayudarán los 16.000 millones del plan de recuperación, transformación y resiliencia (promovido por la UE) de los que se beneficiará la industria española, señaló. Además anunció un plan de acción por el acero junto con la patronal Unesid y las empresas y defendió un mecanismo de ajuste en frontera en la UE que proteja a la industria europea frente al acero “sucio”.

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