Lo que opinan las empresas (según una encuesta de FADE) del clima institucional asturiano

El sondeo a cien sociedades apunta a la burocracia y a la fiscalidad como trabas

De los impuestos se quejan más las pequeñas

Por la izquierda, Pablo García, vicepresidente de FADE; María Calvo, presidenta de la patronal asturiana, y Alberto González, director general.

Por la izquierda, Pablo García, vicepresidente de FADE; María Calvo, presidenta de la patronal asturiana, y Alberto González, director general. / LNE

El clima institucional es peor en Asturias que en el resto de España para la competitividad de las empresas, según opina el 52,4% de cien compañías de distinto tamaño consultadas por la oficina de crecimiento y consolidación de la Federación Asturiana de Empresarios (FADE). Los primeros resultados de la encuesta fueron dados a conocer ayer a la junta directiva de la patronal asturiana.

Las empresas atribuyen al entorno institucional una nota de 4,7 puntos sobre 10, pero en el caso de las sociedades con más de 100 empleados esta nota mejora hasta 4,8, que es el 21% superior a la que otorgan los negocios más pequeños. El 22% de las empresas sí cree que el clima institucional asturiano favorece la competitividad.

Tres de cada cuatro empresas consultadas consideran que la burocracia es una de las barreras para la mejora de su competitividad y el 50,4% estima que el entorno regulatorio constituye un freno para la inversión.

La fiscalidad se juzga "excesiva", especialmente por las pequeñas empresas. El 71,4% opina que la tributación de las empresas y sus fundadores es superior a la media de España y el 52,3% la ve como un freno para sus inversiones en la región. Las compañías con más de 50 empleados declaran que este aspecto es menos acuciante de lo que afirman las sociedades de menor tamaño. En concreto, las pequeñas empresas consideran que la afectación de la fiscalidad en su capacidad de inversión es el 12,5% superior a la percepción que tienen sobre ello las grandes.

El 44,6% tiene problemas de confianza en la economía asturiana para afrontar su crecimiento, mientras que el 65% sostiene que la situación y clima macroeconómicos de España no frena su capacidad competitiva.

Como prioridad inversora, el 59% de las compañías consultadas apunta a la necesidad de mejorar las infraestructuras logísticas y seguir favoreciendo la conectividad aérea, ferroviaria (viajeros y mercancías), el ferrocarril de cercanías y los servicios portuarios. Sin embargo, las empresas asturianas aprueban, con un nota de 5,4 puntos sobre 10, el nivel de infraestructuras que tiene Asturias como factor facilitador del desarrollo económico y empresarial.

A su vez, el 60% de las empresas señala que disponer en el mercado laboral de personas con formación adecuada es uno de los mayores inconvenientes para mejorar la competitividad y aumentar el tamaño de sus negocios. El 72% juzga que existen dificultades y barreras para la incorporación de jóvenes con formación adecuadas a la empresa. No obstante, la mayoría de las empresas cree que su personal actual sí tiene una formación adecuada: recibe una puntuación de 5,9 sobre 10.

Las empresas medianas y en crecimiento sufren de modo más intenso el alza de los tipos de interés en la deuda de sus balances, y las sociedades con menos de 10 empleados declaran que su acceso al crédito es el 15% peor que el de la media de las empresas encuestadas. El tamaño del mercado asturiano se considera adecuado, pero se admite que el de las empresas debe ser mayor para invertir y exportar. Aquí observan como obstáculos para crecer la dificultad de tener márgenes para reinvertir, la dificultad para acceder a socios estratégicos y financieros, el efecto disuasorio de los mayores requisitos regulatorios cuando se rebasa cierto tamaño y el riesgo de crecer.

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