«Tengo infinitos momentos especiales con él. Tuvo mucha paciencia y me enseñó a jugar al dominó siendo muy pequeña y nos echábamos una partida muchas veces», cuenta Kikola Mosquera Fraga, que también recuerda los recortes de prensa con viñetas para niños, tipo cómic, que le llevaba todos los días, a modo de dossier de prensa infantil: «Leía todos los periódicos y recortaba las noticias relevantes. Siempre tenía un momento para mí y me hacía llegar las viñetas para niños; de hecho, lo hizo hasta cuando ya era muy mayor, pero nunca dejó de hacerme ilusión». «¿Otro momento especial? Los paseos que dábamos por la casa de Roxos, por el jardín. Siempre me cortaba una flor. A mí me entretenía y él se evadía un poco del constante trabajo».