Sólo una minoría de los militantes del PP participará en la elección directa del sustituto de Mariano Rajoy al frente del partido. El censo provisional cifra en 64.523 los inscritos para votar el 5 de julio por uno de los seis precandidatos, lo que supone apenas el 7.42 por ciento de los más de 860.000 afiliados que el partido afirma tener.

La baja participación hizo que ayer algunos de los aspirantes cuestionaran las normas que rigen el proceso interno. Pablo Casado, uno de los mejor colocados, pidió que el plazo de inscripción para votar se prolongara hasta la víspera de la convocatoria. José Ramón García-Hernández, otro de los precandidatos, presentó un recurso ante el comité organizador para que puedan votar todos los afiliados que estén al día en el pago de sus cuotas. Cospedal considera que la participación es elevada y rechaza revisar las normas.

El coordinador general del PP, Fernando Martínez Maillo, se tuvo que emplear ayer a fondo para justificar la enorme diferencia entre los militantes que el partido declara y los que votarán en el proceso interno. Martínez Maíllo asegura que los afiliados rondan las 860.000 personas, con independencia de que estén o no al corriente de pago. Son militantes "reales", según el vicesecretario, quien admite no obstante que puede haber "alguna disfunción" y que sigan contabilizando a fallecidos o a personas dadas de baja. "Pero el grueso existe y por eso se hace el reparto de compromisarios en función de la afiliación", insiste Martínez Maillo. Es un reconocimiento de que la falta de la depuración de los censos permite asignar la misma representación en el congreso que el PP mantiene desde hace años, lo que en esta ocasión adquiere especial significado puesto que serán los compromisarios lo que tengan la última palabra sobre el sucesor de Rajoy e inclinarán con su voto la balanza hacia uno de los dos candidatos que el 5 de julio salgan de las urnas abiertas a la militancia. Las organizaciones territoriales aportan 2.565 de los más 3.000 compromisarios que participarán en el congreso del 20 y 21 de julio. Los restantes son cargos públicos y miembros natos del cónclave.

Martínez Maíllo justifica la baja participación en el proceso interno por el cambio de procedimiento para la elección. "El afiliado estaba acostumbrado a otro sistema. Está costando que se participe, pero eso no deslegitima el sistema", afirma.

Algunos de los precandidatos discrepaban ayer del coordinador del partido. Para el exministro José Manuel García-Margallo el PP se encuentra en una situación delicada y le genera "enorme tristeza" la "bajísima participación" prevista. "Ni siquiera nuestros militantes están ilusionados para participar en un congreso, con lo que malamente los votantes van a confiar en nuestros proyectos para el país", afirmaba ayer Pablo Casado tras conocerse el dato de los inscritos para votar. "Si hacemos unas primarias, hay que creérselo", apunta el precandidato, para quien "aunque hay que ser coherentes y cumplir las normas también en otros congresos se decidió hacer modificaciones de cuotas o tiempos". Por ello, Casado planteará al comité organizador que amplíe el plazo hasta el 5 de julio para que los militantes puedan ponerse al corriente del pago de cuotas e inscribirse en el proceso de primarias. Más directo fue responsable de Relaciones Exteriores del partido, también precandidato, José Ramón García-Hernández, quien presentó un escrito ante la comisión organizadora del Congreso del partido reclamando que todos los militantes que están al corriente de pago puedan votar sin necesidad de inscribirse. Limitar el voto a los inscritos "falsea totalmente las primarias", afirma García-Hernández y "no se puede permitir que el PP, en un momento histórico, haga el ridículo". En cambio, la portavoz de la candidatura de María Dolores de Cospedal, Dolors Monserrrat, considera que "son muchísimos" los afiliados inscritos y rechaza ampliar el plazo para apuntarse porque "no se pueden cambiar las normas a mitad del partido".