Negociaciones tras el 23J

El BNG y PSdeG ignoran a Yolanda Díaz

Vinculan su oferta para anunciar que gobernarían la Xunta en coalición tras las autonómicas de 2024 con su intención de que Sumar gane visibilidad en Galicia

Ana Pontón.

Ana Pontón. / | // XOÁN ÁLVAREZ X. A. TABOADA

Daniel Domínguez

Yolanda Díaz, vicepresidenta del Gobierno y ministra de Trabajo en funciones, trata de que Sumar gane visibilidad en Galicia, a pesar de las incógnitas que genera una formación sin estructuras ni cuadros en una comunidad donde su antecedente, el proyecto En Marea, sufrió un descalabro en 2020, pasando de 14 diputados a desaparecer del Pazo do Hórreo. Una de las vías para que Sumar comience a ganar espacio en la discusión pública gallega pasa por aprovechar que Marta Lois sea su portavoz en el Congreso, lo que le garantiza visibilidad y una tarea de trabajo ingente a tenor de la necesidad de acuerdos internos y externos esta legislatura si logran formar gobierno de nuevo con el PSOE. La otra se centra en lanzar directamente una oferta a BNG y PSdeG. “Los emplazo a decir que ganaremos las elecciones gallegas y que nos vamos a entender”, los retó el domingo en una entrevista con FARO, del grupo Prensa Ibérica. Ambas fuerzas de la izquierda ignoran de momento una propuesta que en privado consideran precisamente un intento de Sumar por “sacar la patita” en Galicia.

“No nos interesa comentar una entrevista con Yolanda Díaz y nadie lo va a hacer”, expone un alto cargo de la ejecutiva nacional del Bloque cuando se le pregunta por una oferta inédita hasta el momento, que replica el modelo de las últimas elecciones generales, cuando Pedro Sánchez y Yolanda Díaz asumieron que repetirían la coalición que PSOE y Unidas Podemos mantuvieron la pasada legislatura, aunque con matices.

El único precedente de un tripartito en Galicia, que permitió al socialista Fernando González Laxe, nació de un tránsfuga y, además, Sumar carece de representación en el Parlamento gallego, por lo que elucubrar sobre su impacto es “una hipótesis”. “Es una propuesta que va de asomar la cabeza en Galicia. Busca visibilidad y es normal, pero es que no tienen candidato o candidata, cuadros, estructura... Tienen a Yolanda Díaz”, comenta un miembro de la cúpula del PSdeG.

Las elecciones autonómicas están previstas en verano del año que viene. En el PP llegó a debatirse la opción de adelantarlas al otoño si Alberto Núñez Feijóo, líder del partido, llegaba a la Moncloa, como vaticinaban las encuestas. Su investidura es prácticamente imposible y esa opción de convocatoria inminente es rechazada ahora por su sucesor como presidente de la Xunta, Alfonso Rueda.

Los partidos gallegos, por tanto, disponen de tiempo, pero todo el contexto estará determinado por la resolución de la gobernabilidad estatal, especialmente para Sumar, pues fía todo al tirón de Yolanda Díaz, que depende, a su vez, de mantener el poder.

Solo si se mantiene un gobierno progresista en España, se abren posibilidades en Galicia [de tumbar la mayoría absoluta del PPdeG], movilizando el electorado de izquierdas, pero eso pasa por que el PSdeG esté en condiciones de competir”, apunta una voz de la cúpula socialista, que resta importancia a la aportación que pueda realizar Sumar. Incluso destaca que puede limitar las opciones de una Xunta de izquierdas tras 14 años en años del PP. El PSdeG, por cierto, elegirá candidato el 17 de septiembre en primarias.

En las provincias del interior, tienen un problema y no creo que lleguen al 5% [el porcentaje de voto mínimo para lograr representación], por lo que sus votos equivaldrían a tirarlos a la basura e impedir una Xunta de izquierdas”, añade.

En las pasadas generales, incluso con el rostro de Díaz en las papeletas, imitando a Pablo Iglesias en las europeas de 2014 en las que Podemos debutó en las urnas, Sumar consiguió dos escaños uno por cada provincia atlántica. El desequilibrio fue evidente. En Pontevedra logró el 13,2% de votos y en A Coruña, el 12,1%. Por contra, en Lugo obtuvo un 5,1% y en Ourense, un 5,4%.

“Le interesa que se hable de ellos, pero nosotros no lo vamos a hacer”, apuntan desde un BNG que sostiene que será necesario para la investidura, pero cuyo peso Díaz rebajó en FARO. “Tiene un diputado. Su operatividad no es efectiva en el Gobierno de España”, espetó.

La izquierda debe calibrar la necesidad de competir con sus socios sin romper puentes, como hacen en cada campaña nacionalistas y socialistas, que gobiernan en cualquier institución si pueden.

La hipotética incorporación de Sumar a la ecuación resulta una incógnita más alrededor de este proyecto que en Galicia es herencia de un éxito que devino en fracaso (En Marea) y que carece de rostros visibles en la comunidad.

De momento, BNG y PSdeG no quieren oír hablar de un tripartito como el que pidió garantizar Díaz, que, después de lograr retener el Gobierno de coalición con el PSOE, debería cerrar filas en un Sumar con múltiples partidos dentro, alguno como Podemos con evidentes muestras de resentimiento, y tratar de sacar adelante los presupuestos generales, negociando con los independentistas y cualquier otro socio que puedan lograr. Después, ya tocaría organizar el Sumar gallego para las autonómicas.

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