El PP alerta de que la división del Gobierno “debilita” el prestigio internacional de España

El PP considera que la división de posiciones en el conflicto de Oriente Próximo, con la ministra Ione Belarra pidiendo llevar al primer ministro de Israel ante la Corte Penal Internacional por crímenes de guerra, socava la imagen internacional de España. “Nos debilita a nivel global. Pedimos ya a [Pedro] Sánchez que ordene la política del Gobierno para no comprometer nuestro prestigio”, aseguró el portavoz electoral de los conservadores, Borja Sémper.

Se mostró especialmente crítico con la reciente intervención de la ministra de Derechos Sociales, subtitulada al inglés y con una pretendida proyección exterior, que calificó Hamás “como facción armada palestina a pesar de que está formalmente catalogada como organización terrorista”, se quejó Sémper. “Esa parte del Gobierno está pidiendo llevar a Netanyahu a la Corte Internacional. Exigimos una condena sin paliativos contra el terrorismo y la defensa del derecho que tiene Israel para defenderse en el marco de la legalidad internacional”, aseguró. 

También quiso atacar a Sánchez, señalando su debilidad, por no haber tenido un contacto directo con el Gobierno de Israel mientras EEUU y otros gobiernos europeos sí lo han hecho: “Me parece muy llamativo que el presidente de turno de la UE no se ponga en contacto con Israel”, afirmó.

“Derecho de Palestina a existir”

Sémper defendió al Estado de Israel (desde 1948 está reconocido como tal) y también “el derecho de Palestina a existir” citando textualmente una Proposición No de Ley (PNL) que el Congreso votó casi de manera unánime en noviembre de 2014. Dos diputados del PP votaron en contra y uno se abstuvo. El resto del hemiciclo votó a favor tras transaccionar distintas enmiendas para lograr un texto consensuado.

A esa misma PNL se refirió Sánchez desde Albania, donde acude este lunes a una cumbre de líderes europeos del Proceso de Berlín. Aquel texto, que puso de acuerdo a PP y PSOE con el popular José Manuel García-Margallo al frente del Ministerio de Exteriores, fijaba las tres condiciones a las que España supeditaba reconocer ell Estado palestino: que fuera el resultado de un proceso de negociaciones entre las partes, Palestina e Israel, que garantizara la paz; que el reconocimiento del Estado palestino fuera una acción coordinada en el seno de la UE; y que se tuvieran en cuenta “las legítimas preocupaciones ie intereses del Estado de Israel”. 

Esa, dijo Sémper, es la posición que sigue manteniendo el PP. “Sánchez debe explicar si es la del Gobierno o no”. Sobre la PNL de Sumar, en la que exigen ese reconocimiento del Estado de Palestina en plenas negociaciones de la investidura, Sémper dio por hecho que el partido de Yolanda Díaz “tragará con que no lo acepten, como tragaron con el giro histórico sobre el Sáhara”. 

Las elecciones en Polonia

Sémper pasó de puntillas sobre las elecciones legislativas en Polonia, pendientes del escrutinio definitivo pero que apuntan a que el líder del PP europeo, Donald Tusk, podría volver al Gobierno con distintos apoyos y expulsar a la extrema derecha de Ley y Justicia (PiS). Tusk es el homólogo del partido de Feijóo en su país, pero se da la paradoja de que quedó segunda fuerza política. 

Preguntado por la incoherencia de que el PP defienda que gobierne la lista más votada y ahora se congratule de las opciones de Tusk, Sémper aseguró que “las diferencias son abismales” porque el nuevo Gobierno polazo “fortalecerá la Constitución y recuperará la separación de poderes y el Estado liberal”. Despachó así la similitud con que en España pueda gobernar el PSOE, a pesar de haber quedado en segundo lugar.