Oposición

Feijóo sorprende al PP con un equipo para arrinconar definitivamente a Vox

La convivencia de perfiles de todas las sensibilidades, incluyendo a Cayetana Álvarez de Toledo o Rafa Hernando en el Congreso, busca "llenar todos los huecos" en la derecha y achicar de una vez por todas el espacio de Vox en la política nacional: Feijóo asume que es el siguiente paso para que el PP pueda gobernar algún día

Feijóo con buena parte de su cúpula en los escaños del Congreso.

Feijóo con buena parte de su cúpula en los escaños del Congreso. / Eduardo Parra

Paloma Esteban

Alberto Núñez Feijóo finiquitó la reestructuración interna de su partido esta semana. Las miradas estaban puestas en el comité de dirección, pero en los grupos parlamentarios, especialmente el del Congreso, también hubo novedades relevantes. El líder del PP ha tomado dos decisiones. La primera, fusionar Génova (la sede del partido donde se toman las decisiones estratégicas) con el equipo del Parlamento, consciente de que será su escaparate principal en una legislatura convulsa. La segunda, recuperar nombres como el de Cayetana Álvarez de Toledo para garantizar que el partido “llena todos los huecos” de la derecha. La decisión mira a achicar el espacio de Vox definitivamente.

Si algo quedó claro en el resultado electoral de las generales es que mientras el partido de Santiago Abascal tenga fuerza, ni el PP recuperará las mayorías holgadas que tuvo años atrás, ni tampoco tendrá fácil volver a la Moncloa. Ninguna fuerza política, ni siquiera los nacionalistas de centroderecha, están dispuestos a compartir ecuación con Vox. Eso ha consolidado los apoyos a Pedro Sánchez y ha establecido el marco político que ahora domina la escena en España: PP y Vox por un lado, y el PSOE por el otro con todas las formaciones independentistas, nacionalistas y regionalistas, más Sumar.

Pedro Sánchez justifica la amnistía que antes declaraba inconstitucional apoyándose en ese mismo relato. O el PSOE firmaba el perdón generalizado de lo que fue el procés o la derecha (“derechas reaccionarias” dice el presidente del Gobierno) podían llegar al Gobierno central tras unas nuevas elecciones. Feijóo necesita romper ese marco de una vez por todas. El plan del gallego siempre fue recuperar interlocución con otros partidos a medio plazo pero, sobre todo, salir del aislamiento al que ha llegado por Vox

Al mismo tiempo, la situación de fuerte polarización instalada en la sociedad por los pactos del Gobierno con los independentistas obligan al PP a liderar un tipo de oposición con la que tampoco contaba Feijóo, incluida la de la calle. Este domingo los populares vuelven a convocar una manifestación en Madrid, convencidos también de haberle robado esa bandera a Vox (que ha terminado por respaldar las concentraciones en la puerta de Ferraz con símbolos preconstitucionales).

En ese sentido, coinciden distintos cargos del PP, no vale solo con el tono institucional y la política que representa Feijóo y buena parte de la cúpula. “Eran necesarios nombres combativos, que agiten el electorado y garanticen que el PP va a estar ahí siempre”, reflexionan.

Que la voz del partido quede en manos de Borja Sémper, un perfil reconocido como moderado internamente, y conviva con la portavocía adjunta de Álvarez de Toledo, Sergio Sayas (exdirigente de UPN y de tono contundente) o el conocido Rafael Hernando (ya fue portavoz con Mariano Rajoy) en el Congreso manda un mensaje muy claro. El PP no quiere renunciar a ningún espacio dentro de la derecha y en los debates en los que Vox pueda jugar sus bazas, coinciden distintos dirigentes consultados por este diario, “esos perfiles le comen el espacio y lo destrozan”.

En la dirección nacional no esconden que el objetivo, ahora sí, de manera inequívoca, pasa por “comerse el espacio de Vox. La dificultad vuelve a ser no espantar al electorado de centro por el que tanto ha peleado Feijóo mientras acapara la oposición dura a Sánchez. Y de ahí la decisión de hacer convivir a perfiles políticos muy diversos, que garanticen la unidad dentro del PP y, sobre todo, que puedan dirigirse a todos los electorados de la derecha. “Nos hace ser permeables de verdad”, resumen en la cúpula conservadora.

En la dirección nacional, a pesar de que el primer anillo de poder sigue copado por las mismas personas (Cuca Gamarra, Carmen Fúnez, Miguel Tellado, Elías Bendodo, Esteban González Pons…) hay nombres que aportan novedad, juventud y un tono muy distinto. La diputada madrileña Noelia Núñez, candidata al Ayuntamiento de Fuenlabrada y muy cercana a Isabel Díaz Ayuso es un claro ejemplo de ello. 

También lo es Ester Muñoz, de Castilla y León, y llamada a ser una de las voces más mediáticas del nuevo PP. De ambas, reconocen dirigentes de peso, se puede esperar “que den cada batalla” contra la izquierda con un estilo, que quizá, difiere del que hasta el momento salía de Génova.

En el partido asumen que hacía falta “frescura” y “cambios”. Feijóo descartó una revolución, pero ha sorprendido más de lo que muchos esperaban. Aquellos “profundos cambios” que en un principio se vaticinaron han llegado para muchos. Y los consultados por este diario en la dirección, en el grupo parlamentario y también en el PP de Madrid aseguran que el dirigente gallego “ha demostrado inteligencia política” con movimientos que integran las distintas sensibilidades del partido y que se dirigen a acabar con su rival por la derecha.