É. V. / N. H.

La chica rebelde de La Calzada ingresó ayer por la mañana en un centro del Principado en el que permanecerá internada durante un tiempo, aún indeterminado, para intentar solucionar los problemas de conducta que padece. La madre, Mónica López, reconoce que se trata de la mejor solución, aunque «me siento triste, claro. Llevo un día horrible», explicaba a última hora de la tarde. «La niña entró llorando. No esperaba que fuera a quedar internada», dice López. La menor, de 13 años, estará ahora unos días sin mantener contacto con el exterior y «yo creo que la semana que viene ya podré verla», asevera la mujer.

La joven no está en un centro de acogida, sino en una casa con más chicos «de su edad y que también tienen problemas de conducta», explica Mónica López. «La van a tratar especialistas y eso es lo que yo quería. Sé que es lo mejor para ella». Según cuenta su madre, un grupo de expertos estudiará ahora a la menor y decidirá las pautas para tratarla. «Serán estrictos y eso es lo importante», insiste López.

Ella también tendrá que trabajar para acoplarse a las peticiones que hagan los expertos «y yo pondré todo de mi parte». Pero el paso más importante, dice la madre, ya está dado. «Alejarla de su entorno es muy importante».

La mujer aclara que, cuando acudió a los medios para exponer su caso, «era por algo, y ahora el Principado, con el internamiento de mi hija, me ha dado la razón. Había un problema». Sin embargo, la consejera de Bienestar Social, Laura González, insiste en que este caso nunca debería haber salido a la luz. «Estos casos deben resolverse sin los medios de comunicación», dijo.