Rexach sostiene que El Musel depende de las navieras para lograr la autopista del mar
Los puertos sólo podrán contar con un 10% de la sociedad que se haga con los tráficos hacia el norte de Francia
M. CASTRO
Fernando Menéndez Rexach aludió ayer a la opción del puerto gijonés a hacerse con el concurso para establecer las autopistas del Mar entre la cornisa cantábrica y el norte de Francia, señalando que «estamos buscando la posibilidad de ir con otros puertos, pero eso se está valorando. Todavía no está cerrado ningún acuerdo. Lo que es razonable es ir con alguien más. Hay que montar un número de servicios mínimos, de cuatro escalas semanales, que habrá que articular con los puertos a los que se llegue a un acuerdo», señaló Rexach, para quien «lo que no tendría sentido es ir todos los puertos de la fachada cantábrica, porque con cuatro días de servicio mínimo, el máximo razonable sería de cuatro puertos».
Respecto a la conexión con Francia, apuntó que «cuanto más al Norte (el puerto de conexión), mejor, porque se quitan más kilómetros de carretera».
La Autoridad Portuaria de Gijón tendrá que tener definida su oferta «a mediados de junio», porque el 4 de septiembre es la fecha para tomar una decisión.
A pesar de la competencia entre los puertos de la cornisa cantábrica por hacerse con esos nuevos tráficos gracias a las subvenciones de la Unión Europea, «la primera palabra la van a tener las navieras. La participación máxima de las autoridades portuarias en cada proyecto será del 10% entre las de Francia y España. Eso quiere decir que el máximo para una Autoridad Portuaria (al menos deben entrar dos, una por país), será del 5% del capital, con lo que el peso en la sociedad que se constituya lo van a tener las navieras y los operadores terrestres. Estos últimos son los que van a garantizar las cargas y ésa va a ser la clave», indicó Rexach.
El presidente portuario gijonés agregó: «Es imprescindible que haya navieras, pero no tiene por qué haber una sola». En la actualidad hay dos que operan en la zona, que son Suardíaz y Trasmediterránea.
Además, no sólo pueden tocarse puertos franceses. Es imprescindible que haya uno, pero el barco «puede seguir a otro país, como los Países Bajos o Alemania, o también Gran Bretaña o Irlanda», agregó.
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